Índice

ARGOS, boyero de Io (mitología griega)

ARGOS

Mitología. Boyero que por encargo le Juno guardaba en los prados celestes a Io, la blanca becerrilla. Tenía innumerables ojos en todo su cuerpo, o, según otras tradiciones, por delante y por detrás de la cabeza, estando los unos cerrados mientras los otros estaban abiertos. Argos era una imagen del cielo nocturno, cuya inmensidad está sembrada de estrellas que centellean y se extinguen sucesivamente, apareciendo como otros tantos ojos abiertos que vigilan por encima de luna.

Según la fábula, Júpiter ordenó a Mercurio que se apoderase de la becerrilla Io, burlando la vigilancia del gigante Argos; para este fin Mercurio, valiéndose de su varita mágica y del tañido encantador de su flauta, consiguió que el gigante se adormeciera cerrando los ojos; conseguido lo cuál le cortó la cabeza. Decharme dice que Argos es un vigilante del cielo que debió personificar en un principio los dos crepúsculos, el de la tarde, y sobre todo el de la mañana, pues según la etimología, Argos es el brillante, el luminoso. Además mató un toro que devastaba la Arcadia y un sátiro que robaba ganados a Equidna, hija de Tártaro y de la Tierra, apareciendo en tales conceptos como semejante a Hércules y los demás héroes solares. Siendo Mercurio dios del crepúsculo, se comprenderá fácilmente su relación con Argos, aun que el hecho de ser su matador sólo se explica, según Decharme, por una interpretación falsa del epíteto ordinario de Mercurio Αργειφόντης.

En algunos vasos pintados aparece la imagen de Argos con doble cara como el Jano de los latinos.

Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano (vol. 2, págs. 588-589 – editado: 4-10-2007)             ARGOS, boyero de Io (mitología griega)