|
DICCIONARIO ENCICLOPÉDICO HISPANO-AMERICANO(1887-1910) |
ATEYO CAPITO, tribuno romano y jurisconsulto romano (biografía)CAPITO– CAPITO (C. ATEYO):Biografías. Tribuno del pueblo en 55 a. de J. C. Se opuso con su colega Aquillio Gallo a las empresas de Pompeyo y de Craso, entonces cónsules. Capito trató de presentar obstáculos a la expedición que Craso preparaba contra los partos, primero entorpeciendo el levantamiento de tropas y luego anunciando terribles presagios que el cónsul desdeñó. Cumplidos en parte éstos, Capito fue delatado por el censor Apio como autor de los prodigios con que había tratado de detener a Craso. – CAPITO (C. ATEYO):Biografías. Jurisconsulto romano, hijo del tribuno del mismo nombre. Vivía en el reinado de Augusto, fue discípulo de Ofilio y contemporáneo y rival de Antistio Labeo. Ambos pasaban por los dos mejores legistas de su tiempo y fundaron dos escuelas, llamada la una Proculea, del nombre de Sempronio Proculo, discípulo de Labeo, y la otra Sabinea o Cassidea, de Masurio Sabino y de Casio Longino, discípulos de Capito. Imposible sería señalar con precisión los caracteres distintivos de estas dos escuelas, que se prolongaron modificándose hasta el siglo de los Antoninos; pero la diferencia de las personalidades de los dos jurisconsultos han sido señaladas por Tácito con su concisión y vigor habituales. «Labeo, dice, republicano incorruptible, ha dejado más sólida reputación; Capito, más cortesano, obtuvo mayor favor. El uno limitado a la pretura, hizo de la injusticia un nuevo timbre de gloria. El consulado conquistó al otro el odio y la envidia.» Capito reemplazó a Messale en el importante empleo de curador de las aguas públicas, y gozó del mismo favor en los tiempos de Tiberio que en los de Augusto. Lo poco que se conoce de su vida testifica su servilismo. Un día Tiberio consultaba a sus cortesanos sobre la legitimidad de una palabra empleada por él; M. Pomponio Marcelo, purista rígido, condenó la palabra. «Aunque la palabra no sea buena, dijo Capito, lo será, puesto que el César lo quiere.» «El César, replicó Marcelo, tiene derecho sobre los hombres; pero no sobre la lengua.» La voz pública decía que Capito deshonró, manchando sus virtudes domésticas, sus profundos conocimientos en el derecho civil y religioso. El Digesto no cita ningún fragmento de las obras de Capito, pero le nombra diferentes veces. Sin embargo, Aulo Gelio y Macrobio han conservado los títulos de los siguientes tratados suyos: Conjectanea; De Pontificio jure o de Jure sacrificiorum y De Officio senatorio |
|
Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano (vol. 4, pág. 557 – editado: 16-12-2007) ATEYO CAPITO, tribuno romano (biografía) |
