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Torre de Babel Ediciones

Psicología de W. James – Temas y problemas de la psicología

PSICOLOGÍA CONTEMPORÁNEA

J. Vicente Viqueira

Índice general

J. Vicente Viqueira – La Psicología Contemporánea                                     Capítulo V – LA PSICOLOGÍA DE WILLIAM JAMES

CAPÍTULO V
La psicología de W. James (1842-1911)

(1) (2) (3) (4) (5) (6) (7)

La Psicología americana del siglo XIX – Significación de W. James – Cuestiones que hay que estudiar – El problema de la psicología – La Psicología, ciencia natural – Psicología y filosofía – Conciencia y medio – El sistema de la conciencia – Las características de la conciencia – Lo psíquico no es un agregado de partes – La conciencia tiende a ser personal – Los contenidos de conciencia se hallan en un fluir constante – Continuidad de la conciencia – La conciencia se refiere a objetos – La conciencia es selectiva – El Yo y la personalidad – Psicología de la religión – Parapsicología e inmortalidad del alma – Influjo de James – Bibliografía

Los Estados Unidos de Norteamérica se hallaron durante el siglo XIX bajo el influjo filosófico de Europa: primero de Inglaterra, después de Francia y Alemania. Como es natural, esto se reveló también en la psicología. La primera producción original e interesante, en psicología y filosofía de Norteamérica, fue la de William James, que, sin embargo, se formó bajo diversas influencias europeas (de Renouvier, de Lotze, de Wundt y otros). De los psicólogos experimentales norteamericanos ya hablamos con motivo de la exposición de las corrientes que inmediatamente enlazan con Wundt.

Dentro de las direcciones introspectivas que aspiran a comprender la vida psíquica en su propia e inmediata esencia, ocupa un lugar preeminente W. James, y por esto lo consideramos en un capítulo aparte. Además de su obra como psicólogo, debe recordarse su creación de la filosofía pragmatista o que considera la práctica, la acción, como la que decide del valor de los conocimientos, o sea de su verdad. Verdadero es lo que lleva en la acción al resultado apetecido. Naturalmente que no corresponde aquí tratar del pragmatismo, y basta, por lo tanto, con esta breve indicación, necesaria a veces, para entender lo que sigue: de todas las afirmaciones decidirá la experiencia, es decir, su realización en ella.

Lo importante y original de W. James está no tanto en el planteamiento del problema de la psicología, como en los finos análisis introspectivos que ha llevado a cabo en la psicología general y en la de la religión. En estos análisis ha tratado de sorprender la actividad psíquica en su fluir vital, en sus palpitaciones, expresándonos de una manera figurada; que la actividad mental es algo vivo y fluyente, y no algo fijo y esquemático, es precisamente una afirmación capitalísima de su psicología y de gran influjo. En consecuencia de ello, ha tratado de exponer, con una brillante forma literaria, este fluir y palpitar del espíritu. En resumen: también el espíritu es vida, y es preciso sorprenderlo y seguirlo en este vivir.

Al ocuparnos de W. James, estudiaremos sucesivamente tres grandes cuestiones, a saber: el planteamiento del problema de la psicología, las características de la actividad mental y la psicología de la religión. Para nosotros es de capital importancia la segunda cuestión, tanto por radicar en ella lo capital de toda la psicología como por el influjo que en este respecto James ha ejercido. Comenzamos con el problema general de la psicología.

Dice James una vez que el asunto de la psicología «es, usando los términos de Ladd, la descripción y la explicación de los estados de conciencia» (1). Para hacer esto es preciso situarse en medio de la experiencia psicológica, de los hechos de conciencia; pues en la experiencia física, en la esfera de los fenómenos físicos, la conciencia, la conducta de los hombres y los animales resulta inexplicable, ya que dicha conducta es irreductible a mecanismos reflejos; hay en ella, como factor, la idea (representación) según nos lo muestra la realidad. Por consiguiente, debemos dirigirnos a la actividad mental misma para estudiarla. Sin embargo, es un dato de la experiencia, y que hemos de aceptar, el de la relación de la vida mental con el cerebro en muchos casos. A veces, pues, lo cerebral, lo fisiológico, nos dará la clave de fenómenos psíquicos por ser la causa de ellos (2).

Por otra parte, W. James considera a la psicología como una ciencia natural; pero el sentido que da a dicho término es meramente metódico, es decir, expresa sólo que la psicología procede de aquella manera general empírica y provisoria, propia de las ciencias naturales, aunque tenga una experiencia distinta por objeto. Así, James considera que la psicología, como ciencia natural, «es un cuerpo provisorio de verdades relativas a los estados de conciencia» (3). Toda ciencia particular o toda ciencia natural, lo que para James parece ser lo mismo, es provisoria, a diferencia, de la filosofía, ciencia general o universal y que pretende tener un carácter no provisorio, sino definitivo. Este mismo carácter provisorio distingue, pues, la psicología de la filosofía, ya que la psicología supone sin examinarlos, y para sus ulteriores investigaciones, postulados de índole filosófica. Estos postulados son dos, a saber: 1.º, existen estados mentales, cambiantes, de conciencia; 2.º, dichos estados nos hacen conocer cosas o fenómenos físicos, que se hallan más o menos remotos de nosotros, en el espacio y en el tiempo. Los estados mentales pueden ser tanto los nuestros presentes y pasados como los de otros hombres. El examen de estos postulados, que evidentemente exige la psicología, no pertenece a esta ciencia, sino a la filosofía.

Según lo que acabamos de decir, es comprensible que James considere que existe una estrecha relación entre la conciencia y su medio, hasta tal punto, que sería una abstracción violenta considerar a aquélla fuera del medio en que se desenvuelve. El tejido de sucesos que encontramos en el fluir de la conciencia, y que se presenta en una expansión evolutiva, no se comprende si no se tienen en cuenta todas las circunstancias en que la evolución se verifica, y esto porque la vida mental es, ante todo, finalidad, es decir, tiende a conservar la vida total del individuo. «Nuestras diversas maneras de sentir y pensar han llegado a ser lo que son, porque nos sirven para modelar nuestras reacciones en el mundo exterior» (4). Por esto estima James como una fórmula de las más fecundas en psicología, la de Spencer, quien afirma que la vida mental es una «adaptación de las relaciones internas a las relaciones externas». Si la actividad de conciencia está mal adaptada, puede llevar a la destrucción del sujeto. Precisamente las enfermedades mentales consisten en esta desadaptación, que constituye su característica. La psiquiatría, una «rama de la Psicología», estudia esta vida mental no adaptada y perniciosa.

Ya por lo anterior se puede suponer que el método de la psicología para W. James es esencialmente la introspección, la visión penetrante de lo consciente, de la actividad psíquica. Es lo único que nos la puede presentar en su realidad inmediata, que es precisamente a lo que aspiramos. Todo otro método tendrá sólo un valor preparatorio, auxiliar, y por lo tanto insuficiente. De hecho, James ha aprovechado las investigaciones experimentales de otros psicólogos, pero basándose siempre en la introspección.

__________

(1) Psychology, Briefer Cours, pág. 1.

(2) En 1875 dirigió James investigaciones de psicología experimental en un local de la Escuela científica de Lawrence (Harvard). Según Boutroux, fue éste el primer laboratorio de psicología experimental en Norteamérica.

(3) Psychology. Cap. 1.

(4) Ídem, Cap. I.

(1) (2) (3) (4) (5) (6) (7)
J. Vicente Viqueira – La Psicología Contemporánea                                     Capítulo V – LA PSICOLOGÍA DE WILLIAM JAMES
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