Índice

AMAZONAS, su representación en el arte (pintura y escultura)

AMAZONAS

Pintura y Escultura. Son bastante numerosos, según queda dicho, los monumentos del arte antiguo representando a las esforzadas guerreras de las orillas del Termodón, que existen en los museos de Europa. En Roma, en la galería Pio-Clementina, se conserva una estatua notable de una Amazona preparando el asco y el Bracio Nuovo guarda dos Amazonas heridas. También el Louvre posee representaciones semejantes. En ninguna de ellas se observa la falta del pecho que la fábula suponía que se mutilaban para disparar las flechas con más desembarazo.

Una amazona. – Estatua en bronce de Augusto Kiss. (Museo Imperial de Berlín.) Representa el momento en que una leona se arroja sobre el caballo de la heroína. Mr. Viardot hace la crítica de esta estatua célebre en los siguientes términos. «Este grupo en bronce es soberbio, lleno de movimiento y de vida. La guerrera del Termodón, más animada por la cólera que por el espanto; la reina del desierto, agarrada al cuello del caballo, con los dientes y las uñas; el corcel temblando bajo tan horrible ataque; están expresados con una poderosa energía y forman un conjunto admirable. Se siente la tentación de decir como el poeta griego al caballo de Lisipo: «¡Qué soberbia cabeza! ¡Qué fuego sale de sus narices! Si el jinete le espolea, va a llevársele en su carrera, porque este bronce está vivo.» Sin embargo, nos permitiremos dirigir un reproche, uno solo, a esta hermosa obra; criticando los cabellos erizados que la heroína lleva bajo su gorro frigio, encuadrando su rostro de una especia de aureola que la materia hace pesada y dura dándole el aire de una Gorgona, con cabellera de serpientes.»

Batalla de las amazonas. – Cuadro de Rubens. (Pinacoteca de Munich.) Representa un encarnizado combate en las orillas del Termodón, sobre cuyo puente se disputan la victoria el ejército de Teseo y las amazonas, que llevan la peor parte; pues la caballería griega las precipita en las ensangrentadas aguas del río, en cuyas riberas son exterminadas por feroces soldados impasibles ante su belleza. El genio de Rubens ha sabido dar a este asunto un movimiento y una vida realmente asombrosos. Todos aquellos guerreros, hombres y mujeres, parecen palpitar, y las fisonomías expresan admirablemente el furor que anima a los combatientes. Una ciudad incendiada que se divisa por el arco del puente completa la composición, aumentando el horror de la escena.

Contra la costumbre de Rubens, el lienzo es de pequeñas dimensiones; lo cual no impide que el gran maestro demuestre su ciencia del color y su admirable fantasía, tanto en los grupos de figuras y caballos, cuanto en la pintoresca disposición de los detalles y accesorios.

Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano