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ACRÓPOLIS -arquitectura- Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano

DICCIONARIO ENCICLOPÉDICO HISPANO-AMERICANO(1887-1910)

Índice

ACRÓPOLIS DE ATENAS (arquitectura)

ACRÓPOLIS

(Del gr. άχρόπολις; de άχρος, alto, y πόλις, ciudad): m. Arquitectura. Nombre que daban antiguamente los griegos a la ciudadela o parte más alta y fortificada de sus grandes poblaciones. El acrópolis era el lugar de refugio para los habitantes de la ciudad y de su término en casos de peligro durante las frecuentes guerras que mantenían las pequeñas repúblicas antiguas. Hacían las veces de nuestras modernas ciudadelas y contenían en su recinto uno o varios templos de las divinidades tutelares del pueblo. Con el tiempo se levantaron allí los edificios más suntuosos, así sagrados como civiles, y las obras de fortificación se dispusieron y fabricaron con el mayor esmero. El acrópolis de Atenas puede citarse como el más digno de estudio por la riqueza artística de los monumentos que encerraba, y en los de Argos, Tirinto y Micenas quedan todavía restos notabilísimos de aquellas construcciones primitivas que se llaman ciclópeas. El acrópolis de Atenas estaba inmediato a la colina del Areópago. Primitivamente se llamó Cecropia, pues la tradición supone que lo fundó Cécrope, y era entonces el centro de la ciudad, construida con grandes peñascos irregulares y yuxtapuestos sin cemento. Luego, conforme adelantaban los atenienses en el camino de la civilización, fueronse construyendo dentro de ella suntuosos edificios, principalmente en tiempo del gran Pericles. El más grandioso fue indudablemente el Partenón. En el punto más alto de la montaña existía ya un templo de estilo dórico, llamado Hecatómpedos, que databa de la época de Pisístrato y servía para guardar el tesoro; fue destruido por los persas y Pericles decidio reconstruirlo para que se custodiaran en él los tesoros de la Liga y celebrar las fiestas del Estado y de la virgen Atene. Hizo las obras Ictino bajo la dirección de Fidias, y en 438 quedó terminado. Era un períptero dórico que tenía ocho columnas dóricas en los frentes, diez y siete en cada uno de sus costados y dos en cada ángulo; estaba construido con mármoles del Pentélico, fuertes piedras que han resistido la acción del tiempo y se conservan con un brillante color dorado oscuro; y medía sesenta y cinco pies de altura, desde el piso bajo hasta el punto más alto del frontón, ciento uno de fachada y doscientos veintisiete y medio de longitud. Las columnas del Partenón tenían, inclusos los capiteles, treinta y cuatro pies y cuarto de elevación. El templo constaba de tres partes; al E. el pronaos con seis columnas y una puerta de hierro que conducía a la cella, de cien pies de extensión, formando tres naves con doble serie de columnas; detrás de la cella había un segundo peristilo con doble galería que sostenía el techo de piedra abierto en el centro, por donde entraba la luz. Su principal adorno era la colosal estatua de Atene o Minerva, de cuarenta y siete pies de altura, cincelada en oro y marfil y obra maestra de Fidias. Al O. de la cella se encontraba el Opistodomos, espacio equilátero adornado con cuatro columnas y destinado al tesoro. El frontón y las 92 metopas del piso exterior representaban escenas mitológicas.

El templo se conservaba casi intacto en el siglo VI de nuestra era; en tiempo de Justiniano se consagró al culto católico bajo la advocación de Santa María de Atenas; cuando los turcos llegaron a dominar todos los territorios que habían sido del imperio de Oriente, lo convirtieron en mezquita, y desde estos tiempos puede decirse que comenzó su destrucción, consumada por los venecianos que lo bombardearon en 1687. En la vertiente occidental de la colina construyó también Fidias un gran baluarte que se apoyaba en el extremo de la muralla meridional de un castillo construido por Cimón, donde estaba el templo de la Victoria Aptera. La entrada inferior, o vestíbulo del castillo al que se llegaba por un tortuoso camino con magníficas escaleras a uno y otro lado y grandes plataformas de mármol para los carros y caballos, estaba formada por los preciosos Propileos, puerta de mármol pentélico, y se componía de un centro y de dos alas laterales que servía para cerrar la meseta del castillo y como última defensa de los tesoros en él guardados; la parte central era la puerta de ingreso; los que subían pasaban por una hilera de columnas dóricas, tras de la cual había un salón de cincuenta pies de longitud con techo de mármol apoyado en seis columnas jónicas, en comunicación con otro adornado con seis columnas dóricas y desde el que se pasaba al castillo. El ala septentrional servía de Pinacoteca, y la meridional de cuerpo de guardia. En los siglos XIII, XIV y XV, época del imperio latino y del principado de Acaya, sufrieron bastante detrimento los Propileos convertidos en fortaleza; luego sirvieron de cuartel a los turcos y poco a poco han ido destruyéndose los últimos restos de este gran monumento. El antiguo templo de Atene Poliade o de Erecteo, que había sido destruido por los persas, fue también restaurado en tiempo de Pericles. En él se encontraban la fuente de agua salada que hizo brotar Neptuno con un golpe de su tridente, los sepulcros de los héroes atenienses, y el olivo de Minerva. Este grandioso templo, construido también con mármol blanco, ha sufrido la misma suerte que el Partenón; por donde mejor se conserva es por el lado de las cariátides en el que aun se ven cuatro de éstas de frente, dos laterales y un trozo de muro a la izquierda de las mismas.

Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano  (vol. 1, págs. 338-339 – editado: 27-09-2007)             ACRÓPOLIS  DE ATENAS (arquitectura)
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