AGRIGENTO, ciudad de Sicilia (geografía antigua)
AGRIGENTO
Geografía antigua. Antigua y célebre ciudad de Sicilia, en la costa S. de la isla, cuyo emplazamiento ocupa hoy la moderna Girgenti. Estaba situada entre los ríos Hypsas (h. Drago) y Acragas (h. Biagio), y de este último tomó la C. su nombre. Las investigaciones históricas revelan que en los últimos años del siglo VII a. J. C., fue la ciudad fundada por una colonia de jonios, o por colonos dorios de Gela; otros fijan la fundación de la ciudad en el año 572. Lo probable es que en la época antes citada existiera ya la ciudad, fundada por los sículos, y que luego fuese engrandecida por los colonos griegos, quienes construyeron otros edilicios, acaso una nueva ciudad, y convirtieron la antigua en fortaleza. Establecieron los griegos un gobierno democrático, y gracias a la tranquilidad de que gozó en los primeros años, a la excelente posición que ocupaba en la isla y a la actividad comercial de sus pobladores, alcanzó Agrigento gran prosperidad, pudo rivalizar con Siracusa y fue la ciudad mas renombrada de Sicilia. Decayó algo su prestigio a consecuencia de la tiranía de Falaris, tan célebre por el famoso toro de bronce con que atormentaba a sus enemigos, que dominó en la ciudad entre los años 566 a 534. Después de su muerte, los agrigentinos recobraron la perdida libertad y volvieron a su antiguo gobierno, hasta que se erigió en supremo jefe Theron (488 a 472), príncipe muy notable por su moderación y justicia, así como por su valor y hábil política. Su hijo Trisadero que le sucedió, fue destronado, y Agrigento recobró otra vez su primitivo gobierno democrático. Alternativamente se aliaron los agrigentinos con las atenienses y los siracusanos, y la alianza con estos últimos los indispuso con Cartago, y cuyos ejércitos tomaron la ciudad, la destruyeron y exterminaron a casi todos sus habitantes. Durante 50 años sólo existieron las ruinas de Agrigento; hasta que habiendo triunfado Timoleón de los cartagineses y completamente libre de ellos la Sicilia, la hizo modificar y repoblar y a los muy pocos años consiguió verdadera heguemonía sobre todas las ciudades de la isla. A Zenódico debió principalmente su engrandecimiento; pero también fue transitorio su poder; en guerra con Agatocles tuvo que pedir la paz, y luego se vio obligada a suplicar la protección de Pirro y a ponerse a merced de los cartagineses. Éstos, durante la primera guerra púnica, hicieron de Agrigento su cuartel principal, por lo que la sitiaron y tomaron por asalto los romanos. En la segunda guerra púnica, los cartagineses mandados por Himilcon la recobraron (212), y en ella opusieron las últimas resistencias a los romanos. En el año 210 la entregaron, con lo que se acabó la guerra en la isla de Sicilia. Agrigento siguió desde entonces la suerte de la república y del imperio romanos. En la Edad Media, desde 827 a 1086 estuvo en poder de los sarracenos, y conquistada luego por Rogerio, pasó a formar parte del reino normando de las Dos Sicilias.
Todos los historiadores y las ruinas que aun se conservan declaran que hubo en Agrigento construcciones arquitectónicas verdaderamente monumentales. Entre ellas era la más grandiosa el Templo de Júpiter Olímpico, llamado vulgarmente Palacio de los Gigantes. Según Diodoro, era el mayor de todos los templos de Sicilia, tenía ciento trece metros de longitud, y sus columnas ciento veinte pies de altura y veinticuatro pies de circunferencia. En la fachada oriental estaba representado un combate de gigantes, y en la occidental la toma de Troya. En el siglo XIV aun permanecían de pie tres de las colosales cariátides que adornaban el templo. El de Juno estaba edificado sobre una alta roca, pertenecía al orden dórico y lo rodeaba un pórtico de columnas acanaladas. Aun se conserva una fila completa de estas columnas y algunas otras rotas. Del Templo de Hércules sólo queda una columna y multitud de fragmentos de otras. El Templo de la Concordia, llamado así a causa de una inscripción que se encontró en una piedra y que es indudablemente muy posterior a la época en que se construyó el edificio, tenía cuarenta y un metros de longitud por diez y ocho de ancho, y en el exterior treinta y seis columnas dóricas dispuestas en el mismo orden que las del Templo de Juno. En la Edad Media este Templo, que es el mejor conservado de todos los que hubo en Sicilia, se convirtió en Iglesia cristiana, bajo la advocación de San Gregorio. Del Templo de Castor y Pólux quedan muy pocas ruinas, así como del Templo de Esculapio, digno sólo de mencionarse porque en él existió una estatua de Apolo, obra maestra del escultor Myron, y porque junto a él emplazaron los romanos su primer campamento al comenzar el sitio de la ciudad en el año 262. De las murallas construidas por prisioneros cartagineses quedan algunos restos. Se encuentran también muchas columbaria, o sea nichos destinados a guardar las cenizas de los muertos. Ponderan también los escritores antiguos el lujo, la magnificencia y la generosidad de los ricos habitantes de Agrigento. Cerca de la ciudad había un lago artificial destinado exclusivamente a criar los peces que se servían en los grandes festines. Se cuenta que un tal Exeneto de Agrigento, vencedor en las carreras en el tercer año de la 93ª Olimpiada, hizo su entrada triunfal llevando en la comitiva trescientos carros tirados por caballos blancos que procedían todos de Agrigento. Quinientos ciudadanos de Gela que pasaron por Agrigento, fueron recibidos por Gellias en su propia casa, les obsequió durante todo el tiempo que allí permanecieron y a cada uno regaló un traje completo. Se cita también a un tal Antístenes, que con motivo de la boda de su hija convidó a todos los habitantes de la ciudad. Agrigento es patria del filósofo Empédocles. |