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ANAYA, almirante portugués -biografía- Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano

DICCIONARIO ENCICLOPÉDICO HISPANO-AMERICANO(1887-1910)

Índice

ANAYA, almirante y político portugués (biografía)

ANAYA

– ANAYA (PEDRO DE):Biografías. Almirante portugués; vivía a fines del siglo XV y principios del XVI. Recibió del rey D. Manuel el encargo de establecer una factoría en la ciudad de Sofala, en las costas orientales de África, frente a la isla de Madagascar, empresa para la cual salió de Lisboa, en 1508, al mando de seis navíos. La travesía se hizo felizmente y hasta tuvo la fortuna de sorprender al rey de Sofala, que se vio precisado a autorizar a Anaya para que edificara una fortaleza en sus estados. Algún tiempo después, queriendo el contrariado monarca deshacerse de tan peligrosos huéspedes, aprovechó el momento en que Anaya había destacado tres embarcaciones de su flota, y en que las enfermedades tenían postradas las fuerzas que guarnecían el castillo, para atacarle. El general portugués, sin embargo, bien que no tuviera a sus órdenes más que treinta hombres en estado de combatir, rechazó valerosamente la agresión e hizo retirarse al enemigo con grandes pérdidas. A la noche siguiente dispuso el asedio del palacio real y consiguió apoderarse de él, pero fue herido por el mismo rey, que se había ocultado detrás de una puerta. Este hecho exasperó a los soldados portugueses, que dieron muerte al desventurado monarca y pasaron a cuchillo a sus defensores. Anaya reprobó aquel acto de crueldad, y restableció en el trono al hijo del difunto rey, haciéndole jurar una alianza inviolable con la nación portuguesa. Esta importante conquista se efectuaba casi simultáneamente que Francisco de Almeida, primer virrey de las Indias orientales, se apoderaba de las ciudades de Quiloa y Mombaza, en la costa de África, a poca distancia del Sur de Sofala.

– ANAYA (CARLOS):Biografías. Político uruguayo, natural de una de las provincias argentinas. En 1811 se incorporó al ejército del general Artigas después de la batalla de las Piedras, y se halló en la del Cerrito del año 1812, y continuó prestando grandes servicios a la causa de la emancipación de la banda Oriental del Uruguay hasta la conclusión de la guerra con España. La atrevida empresa de los Treinta y tres uruguayos que libertaron su patria del poder del Brasil (1825 a 28), tuvo en él un servidor leal y entusiasta; ocupó en esa época puestos importantes en la administración de la entonces provincia, los cuales desempeñó con inteligencia y honradez. Fue electo para la primera legislatura uruguaya, que se reunió en el pueblo de la Campaña, La Florida, teniendo la gloria de ser uno de los que firmaron la declaratoria de independencia del año 1825. Fue vicepresidente de la República varias ocasiones, en su carácter de Presidente del Senado, y en una de ellas autorizó la creación de escuelas para niñas negras y pardas, y la fundación de un nuevo pueblo en el cerro que se halla a la entrada de la bahía de Montevideo. A pesar de formar parte de las filas del partido uruguayo, llamado Blanco, nunca aprobó la alianza que su jefe, el general Oribe, hizo con el gobernador Rosas, de la Confederación Argentina, y por consecuencia permaneció retirado a la vida privada hasta que falleció, pobre pero honrado, el año 1862. Dejó unos interesantes apuntes para la historia de las Repúblicas de Plata.

Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano (vol. 2, pág. 165 – editado: 9-12-2007)     ANAYA, almirante y político portugués (biografía)