DICCIONARIO ENCICLOPÉDICO HISPANO-AMERICANO(1887-1910) |
ARQUETA (arqueología)ARQUETAARQUETA: f. d. de ARCA, caja. …y una ARQUETA pequeña llena de ungüentos para curar las heridas que recibían. CERVANTES. – ARQUETA:Arqueología. Aplícase este nombre a las cajas de marfil, madera o metales preciosos, destinadas a conservar objetos sagrados, reliquias y presentes de diversos géneros, usados por todos los pueblos. En el Egipto antiguo tuvieron un fin religioso y puramente doméstico en Grecia y Roma. En la Edad Media fueron propiamente relicarios. I. Edad Antigua. – Las arquetas de fecha más remota que se conocen son indudablemente los cofrecillos egipcios destinados a contener figuritas funerarias que se han hallado en las urnas sepulcrales egipcias y que se conservan en los Museos: son de madera y están hechas con gran primor, afectando formas bien de sarcófago o ataúd de momia, bien de pilono o puerta, bien de naos o camarín cuadrado con los muros en talud; también hay arcas cuadrangulares. Están pintadas exteriormente con bellas policromías y representaciones religiosas alusivas al objeto. Suelen estar divididas en compartimientos para que se pudiera colocar en cada uno una figura funeraria; la tapa es de corredera y tiene una perilla o figurita, por lo común la del gavilán simbólico, a modo de tirador. Los vasos griegos pintados nos dan a conocer unas arquetas de madera de forma cuadrangular y con tapa que por dos de sus extremidades tenía rebordes que encajaban en las paredes de la caja al cerrarla. Esta suerte de arquetas recibían en griego el nombre de pixis; las usaban las mujeres para guardar seis adornos y joyas; también servían para depositar ofrendas, pues, según Suetonio, Nerón dio al templo de Venus Genitrix una pixis guarnecida con piedras preciosas conteniendo la barba que se había afeitado por la primera vez. Construyéronse esta suerte de arquetas en maderas preciosas y en marfil, en oro y en plata cinceladas y se decoraron con bajos relieves. II. Edad Media. – El verdadero uso de la arqueta durante toda la Edad Media fue el de relicario. Sin embargo, también se emplearon para guardar dinero y otros fines análogos. El emperador Justino, llevado de su extraordinaria avaricia, mandó construir arcas de hierro para depositar piezas de oro. Desde tiempos bien antiguos alcanzaron las arquetas mucha estimación en la Iglesia como depositarias de las reliquias de los mártires o de los objetos de su martirio y de libros sagrados que merecían análoga veneración. Las primeras arquetas se construyeron de madera. Como los cuerpos santos hacían de las Iglesias lugares inviolables, pues sobre ellos se prestaba juramento y a ellos se acudía para implorar la protección del cielo en casos de peste, de hambre, etc., la entrada en una población de una arqueta conteniendo los restos de algún mártir era ocasión de fiestas solemnes. Por demasiado prolijos se suprimen aquí los relatos y leyendas que van unidas a ciertas reliquias que se conservan en preciosas arquetas, como la de San Germán de Auxerre. Hasta el siglo XII conservaron la forma de cofre o ataúd; pero se cubrieron con planchas de cobre o plata dorada y disminuyeron en tamaño, adoptando como forma típica la de una construcción sencilla con la techumbre a dos vertientes, con dos tímpanos en los lados más estrechos. Otras veces, ya en la época ojival, adoptan formas de verdaderas capillitas o iglesias; embelleciéndolas con pináculos, botareles, cresterías, etc. Algunas veces son sencillamente de madera pintada; otras en vez de pinturas se ven en las cajas metálicas preciosos esmaltes de gusto bizantino con vivos colores, estando el resto de las placas finamente grabado. También hay arquetas de marfil con relieves. Pero es menester distinguir dos clases de arquetas: unas suficientemente grandes para contener los restos de algún santo, en cuyo número debe contarse, en España, la preciosa arqueta de Santa Eulalia, existente en Barcelona, que según atestiguan algunos bajos relieves se llevaban a hombros en las procesiones; y otras pequeñas, que a veces no miden más que 15 centímetros de altura, destinadas a contener fragmentos o reliquias más pequeñas. Entre las de este género abundan las de marfil y las que están adornadas con esmaltes. En España, la más antigua que se conserva es el arca santa de Oviedo. La representación icónica más frecuente en las cajas esmaltadas es la de Cristo sentado dando la bendición a la manera griega, acompañado de los apóstoles y de los símbolos de los cuatro evangelistas. |
Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano (vol. 2, pág. 675 – editado: 9-11-2007) ARQUETA (arqueología) |