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HISTORIA DE LA FILOSOFÍA                                             

ZEFERINO GONZÁLEZ (1831-1894)                                                        

Tomo ITomo IITomo IIITomo IV                                                       

 

 

Historia de la Filosofía – Tomo IV – La filosofía novísima (siglo XIX)

§41 – LA FILOSOFÍA POSITIVA

Augusto Comte (1798-1857) es considerado como el fundador de esta escuela filosófica. En su Sistema de Filosofía positiva, y en su Sistema de política positiva, o Tratado de sociología, Comte expone y desarrolla con mucha extensión su teoría, la cual encierra una parte negativa y otra parte afirmativa, como sucede generalmente en los sistemas filosóficos.

Comenzando por la primera, diremos que las conclusiones principales del positivismo de Comte en su fase negativa son las siguientes:

 

      a) La metafísica, como ciencia de las causas primeras y como investigación de lo absoluto, no existe ni puede existir; es una ciencia quimérica, porque lo absoluto es inaccesible al espíritu humano en todas las esferas (l’absolu est inaccesible a l’esprit humain, non seulement en Philosophie, mais en toute chose), como lo son igualmente las primeras causas eficientes y finales de las cosas.

b) Observar, analizar y clasificar los hechos particulares, reconocer y fijar por inducción las leyes que presiden y determinan la existencia de los fenómenos sensibles, negando y excluyendo toda intervención de las nociones abstractas e ideas metafísicas, he aquí la función propia y el método único para llegar al conocimiento de la realidad. La verdadera Filosofía excluye de su seno todo ser teológico, toda realidad metafísica.

c) Puesto que para la Filosofía positiva lo absoluto y las causas primeras son completamente desconocidas y hasta inaccesibles a la razón, el positivismo no es ni teísta, ni panteísta, ni ateísta, y teleológicamente considerado, no es ni inmanente ni trascendente. Toda doctrina teológica y toda teoría metafísica, carecen de valor objetivo a los ojos de la Filosofía positiva. No hay más verdad ni más realidad que la verdad y la realidad garantizada por la ciencia positiva.

La parte afirmativa, o, digamos, constructiva de la Filosofía de Comte, se resume en dos tesis capitales, que son la ley de los tres estados, que preside al desarrollo del espíritu humano, y la ley de filiación entre las ciencias.

Según el fundador del positivismo, el desarrollo progresivo y ascendente de la humanidad a través del espacio y del tiempo, se verifica con sujeción a tres fases o evoluciones fundamentales, que representan y constituyen los tres estados del espíritu humano. Cuando éste fija su atención y actividad en el mundo y sus fenómenos, busca el origen de éstos en seres sobrenaturales, en fuerzas invisibles y en agentes personales y misteriosos, lo cual determina y constituye el estado teológico de la ciencia. Sucede a éste el estado o período metafísico, durante el cual el hombre explica el mundo y sus fenómenos por medio de hipótesis metafísicas, por medio de concepciones a priori y de ideas abstractas. A la ficción teológica y a la hipótesis metafísica, sucede la ciencia positiva, o sea el período en el cual el mundo y los fenómenos son analizados en sí mismos, y son explicados por sus causas inmediatas y homogéneas. Esta ciencia positiva, la ciencia cuyo objeto es investigar y conocer hechos, fenómenos, leyes y verdades relativas por el camino exclusivo de la experiencia y de la inducción, es la ciencia verdadera y la única ciencia posible al hombre.

La segunda tesis se refiere a la clasificación y al orden relativo de generación de las diferentes ciencias. La ley general de su generación entraña el processus de lo simple a lo compuesto, de lo abstracto a lo concreto. En conformidad a esto, el orden de generación de las ciencias es el siguiente: matemáticas, astronomía, física, química, biología, sociología. La sociología es la última y la más perfecta de todas las ciencias, y su existencia presupone y exige la existencia de las otras cinco, tanto en el orden lógico como en el cronológico.

Como consecuencias y aplicaciones más o menos inmediatas de la doctrina que antecede, Comte enseña también :

a) Que la diferencia entre los animales y el hombre es solamente diferencia accidental y de grados (1), hasta el punto de que es un contrasentido (présente un véritable non-sens) la definición vulgar del hombre como animal racional.

b) Que los conceptos de derecho y de causa son dos nociones o ideas de las cuales la primera es inmoral (l’une est désormais immorale et anarchique), y la segunda sofística e irracional: l’autre irrationelle et sophistique

Por una especie de contradicción, muy frecuente en los sistemas erróneos y anticristianos, Comte, que en su Sistema de Filosofía positiva anatematiza las religiones, en las cuales sólo ve una ficción, y que reduce la metafísica a un conjunto de hipótesis, en su Sistema de política positiva nos habla de la religión de la humanidad, que se propone instituir y organizar, y nos habla también de un solo gran ser (panteísmo), cuyos órganos son los individuos humanos: Tous les hommes doivent être conçus, non comme autant d’êtres separés, mais comme les divers organes d’un seul Grand Être

En estas palabras se descubre al discípulo y amigo de Saint-Simon, pues aunque se separó de éste en 1822, cuando sólo contaba veinticuatro años de edad, es lo cierto que en las obras de Comte existen reminiscencias explícitas y numerosas de la concepción humanitario-religiosa de Saint-Simón, con su caprichoso organismo jerárquico y hasta litúrgico.

Los tres estados fundamentales que atraviesa el espíritu humano, según Comte, pueden subdividirse en otros parciales que integran cada uno de aquellos. Así, por ejemplo, el estado teológico o religioso, cuya última expresión es el Cristianismo, representa y presupone el paso previo y sucesivo de la humanidad por el fetiquismo, el politeísmo y el monoteísmo semítico.

La moral para Comte, como para la generalidad de los positivistas y materialistas, es una parte o rama de la sociología, así como la ciencia psicológica no es más que una rama de la zoología, o, si se quiere, de la bio-fisiología, la cual, a su vez, es una parte de la físico-química.

__________

(1) «Peut-étre chez les animaux supérieurs le sentiment de la personnalité est-il encore plus prononcé que chez l’homme…. II n’y a lieu d’établir réellement, entre I’humanité et I’animalité, aucune autre difference essentielle que celle du degré plus on moins prononcé que peut comporter le développemeut d’une faculté nécessairement commune par sa nature à toute vie animale.» Système de philos. posit., t. III, pág. 781.

La filosofía de Lamennais                                                                                  Movimiento positivista. Littré

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