Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano Selección de artículos de una de las más importantes y clásicas Enciclopedias en lengua española
Mitología griega e historia de los grandes hombres de Grecia Sencilla exposición de la mitología griega, historia de los héroes, semidioses y hombres célebres griegos. Por Fernán Caballero.
Edición digital de la Historia de la Filosofía de Jaime Balmes
Explicación de la filosofía de los principales pensadores, resúmenes, ejercicios..
Breve definición de los términos y conceptos filosóficos más importantes
Vidas y referencias biográficas de los filósofos y pensadores
Índices y sumarios de las obras clásicas del pensamiento
Directorio y breve descripción de revistas de filosofía en español editadas en la red
Foro telemático dedicado a José Ortega y Gasset
Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED)
Explicación de los principales conceptos, tesis y escuelas en el área de la Psicología
Manual del filósofo y psicólogo español J. Vicente Viqueira
Principales conceptos de esa ciencia. Por el catedrático de economía José Manuel Piernas Hurtado
Legislación educativa y cultural
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BATALLÓN
El método de ordenar los batallones a tres hombres de fondo, según la opinión de muchos oficiales, les da demasiada extensión y les hace presentar flancos muy débiles. El balanceamiento les priva de los medios de avanzar con ligereza contra el enemigo y la debilidad de los flancos les expone a que los derroten siempre, si no los apoyan o los protegen, viéndose obligados a formar cuadro y a tener que permanecer casi inmóviles. Las ventajas de ese sistema, mejor dicho, su única ventaja, consiste en poder hacer muchísimo fuego, porque todos los soldados que componen el batallón pueden disparar; pero esa ventaja no compensa los inconvenientes, sobre todo en Francia. El modo de hacer la guerra en la actualidad (1) es completamente distinto del modo antiguo. Se alinea un ejército en orden de batalla para que sirva de blanco a los cañones enemigos, avanza un poco en seguida para disparar y recibir tiros de fusil, y el ejército que se cansa primero de ese zipizape es el que pierde la batalla. La artillería francesa es notable, pero su infantería raras veces es superior; casi siempre es inferior a la de las demás naciones. Puede decirse, sin faltar a la verdad, que la nación francesa es tan impetuosa en el ataque, que resulta dificilísimo resistir su choque. El mismo soldado que no tiene paciencia para resistir los disparos de los cañones cuando permanece inmóvil y quizás tiene miedo, volará con rabia contra el enemigo, se dejará matar o clavará los cañones: no se ha visto muchas veces. Los grandes generales están unánimes en juzgar de este modo a los franceses. Es digno de notarse que el orden, la marcha, las evoluciones de los batallones, casi lo mismo que hoy se practican, las restableció en Europa un hombre que no era militar, Maquiavelo, secretario del gobierno de Florencia. Estableció batallones a tres, cuatro y cinco de fondo; los batallones formando cuadro para que no los destruyan después de una derrota; los batallones a cuatro de fondo sostenidos por otros batallones, formando columna, y los batallones flanqueados por la caballería. Puede decirse que enseñó a Europa el arte de hacer la guerra. El gran duque de Florencia tenía interés en que el autor de La mandrágora y de la Clitia mandara al ejército según su nuevo sistema; pero Maquiavelo se negó a complacerle, temiendo que los oficiales y los soldados se burlaran de un general de capa, y se limitó a pedir que aquéllos mandaran en presencia suya el ejercicio a las tropas. No deben pasarse en silencio las cualidades que Maquiavelo exige en el soldado. Desde luego, exige que tengan gallardía, esto es, vigor; los ojos vivos y poco alegres, el cuello nervioso, el pecho ancho, el brazo musculoso, las formas redondeadas, poco vientre, las piernas y los pies delgados; en una palabra, exige todos los signos de la agilidad y de la fuerza. Sobre todo, desea que el soldado ame el honor y que éste le impulse a batirse. «La guerra —dice— corrompe las costumbres»; y recordando un proverbio italiano, añade: «La guerra da vida a los ladrones y la paz les levanta los patíbulos.» Maquiavelo hace poco caso de la infantería francesa; y es preciso confesar que fue muy floja hasta la batalla de Rocroi. Maquiavelo fue un hombre extraño; se divertía escribiendo versos y comedias, en enseñar desde su gabinete el arte de matarse técnicamente, y a los príncipes el arte de ser perjuros, de asesinar y de envenenar en casos dados. Ese gran arte que el papa Alejandro VI y su hijo bastardo César Borgia ejercieron maravillosamente, sin necesitar las lecciones de Maquiavelo. Observemos que en todas las obras de Maquiavelo, que tratan sobre asuntos muy diferentes, no se encuentra ni una palabra que haga amar a la virtud, ni una palabra que nazca del corazón. Lo mismo se ha notado en Boileau; pero aunque éste no nos incite a amar a la virtud, trata de probar que es necesaria. __________ (1) Como comprenderá el lector, ha cambiado mucho el arte de la guerra desde el siglo XVIII, en que escribía Voltaire.—N. del T |
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