Torre de Babel Ediciones

Buscar

Biografía de Leucipo – Diógenes Laercio – Vidas de los filósofos ilustres

Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres

DIÓGENES LAERCIO


Prólogo del traductor

LIBRO PRIMERO
(Los siete sabios de Grecia – Primeros filósofos griegos: Escuela Jónica)
Proemio
Tales 
Solón
Quilón
Pítaco
Biante
Cleobulo
Periandro
Anacarsis Escita
Misón
Epiménides
Ferécides

LIBRO SEGUNDO
(Escuela Jónica – Sócrates – Discípulos de Sócrates)
Anaximandro
Anaxímenes
Anaxágoras
Arquelao
Sócrates
Jenofonte
Esquines
Aristipo
Fedón
Euclides
Diodoro
Estilpón
Critón
Simón
Glauco
Simias
Cebete
Menedemo

LIBRO TERCERO
Platón

LIBRO CUARTO
(Filósofos platónicos – La Academia de Platón)
Espeusipo
Jenócrates (o Xenócrates)
Polemón
Crates
Crantor
Arcesilao
Bión
Lacides
Carnéades
Clitómaco

LIBRO QUINTO
(Aristóteles – Filósofos aristotélicos)
Aristóteles
Teofrasto
Estratón
Licón
Demetrio
Heráclides


LIBRO SEXTO
(Escuela cínica)
Antístenes
Diógenes
Mónimo
Onesicrito
Crates (cínico)
Metrocles
Hiparquia
Menipo
Menedemo (cínico)

LIBRO SÉPTIMO
(La Stoa: Estocismo)
Zenón de Citio
Cleantes
Esfero
Crisipo

LIBRO OCTAVO
(Escuela italiana – Pitágoras y los pitagóricos)

Pitágoras
Empédocles
Epicarmo
Arquitas
Alcmeón
Hipaso
Filolao
Eudoxo

LIBRO NOVENO
Heráclito
Jenófanes
Parménides
Meliso
Zenón de Elea
Leucipo
Demócrito
Protágoras
Diógenes Apoloniata
Anaxarco
Pirrón
Timón

LIBRO DÉCIMO
Epicuro
 

 

BIBLIOTECA DEL PENSAMIENTO – Catálogo

VIDAS, OPINIONES Y SENTENCIAS DE LOS FILÓSOFOS MÁS ILUSTRES

Diógenes Laercio – Índice general

Diógenes Laercio – Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres                            LEUCIPO – Libro Noveno

BIOGRAFÍA DE LEUCIPO

Biografía de Leucipo1. Leucipo, natural de Elea (bien que hay quien lo haga de Abdera, y aun algunos de Melos), fue discípulo de Zenón. Sus opiniones son: «Que todas las cosas son infinitas, y que se transmutan entre sí. Que el universo está vacío y lleno de cuerpos (642). Que los mundos se originan de los cuerpos que caen en el vacuo, y se complican mutuamente. Que de su movimiento al tenor de su magnitud se produce la naturaleza de los astros. Que el sol es llevado por un círculo mayor alrededor de la luna. Que la tierra es llevada y gira sobre su centro, y su figura es de un tambor» (643). Fue el primero que puso a los átomos por principio de las cosas. Hasta aquí sus opiniones por mayor y en general; por partes son como se sigue:

2. «Que el universo es infinito, como ya dijimos. Que de éste unas partes están llenas, otras vacías. Que los elementos o principios y los mundos procedidos de ellos son infinitos, y vienen a resolverse en aquéllos. Que estos mundos se originan así: separados del infinito muchos cuerpos de todas figuras, son llevados por el gran vacuo; y congregados en uno, forman un turbillón, según el cual, chocando con los otros y girando de mil maneras, se van separando unos de otros y se unen los semejantes a sus semejantes. Equilibrándose, y no pudiéndose ya mover por su multitud y peso, las partículas pequeñas corren al vacuo externo como vibradas o expelidas; las restantes, quedando juntas y complicadas, discurren mutuamente unidas, y forman de figura esférica la primera concreción o agregado. Esta concreción es separada de lo demás por medio de una como membrana que la circuye y contiene dentro todos los cuerpos. Estos cuerpos ya unidos en masa, girando sobre la consistencia de su centro, se van formando otra tenue membrana circular, compuesta de las partículas que topa su superficie al tenor de su giro. De esta suerte se forma la tierra, a saber, permaneciendo juntos los corpúsculos tendentes al centro. Este mismo cuerpo, o sea concreto, se va siempre aumentando como por membranas, formadas de los corpúsculos externos que allí concurren; pues en fuerza de su giro adquiere cuantos toca. Complicados ya algunos de éstos, forman la concreción, la cual es al principio húmeda y lútea; luego, secándose con el violento giro del todo e inflamándose, produce la naturaleza de los astros. Que el círculo del sol es el más externo; el de la luna el más cercano a la tierra, y los demás astros están en medio de éstos. Todos estos astros se inflaman con la violencia del movimiento: al sol lo inflaman los astros, y la luna recibe sólo una pequeña parte de fuego. Se eclipsan el sol y la luna porque la tierra está inclinada al Mediodía. Las regiones árticas siempre están nevadas, son frías y glaciales. Que el sol se eclipsa pocas veces, pero la luna muchas, por ser los círculos de ambos desiguales. Que como acontece la generación del mundo, así también acontece su aumento, su decremento y su corrupción por cierta necesidad»; cuál sea ésta no lo explica.
 

__________

(642) A saber, lleno de espacios vacíos y de cuerpos.
(643) Τυμπανοειδής: acaso esta voz puede admitir otra significación, habiendo muchas cosas llamadas tímpanos

Diógenes Laercio – Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres                            LEUCIPO – Libro Noveno

 

  © TORRE DE BABEL EDICIONES

Edición: Isabel Blanco – Maquetación y diseño web: Javier Echegoyen – Aviso legal y política de privacidad