CapitalEntre las varias acepciones que tiene esta palabra en el lenguaje común, es, sin duda, la que ha dado lugar a su significación económica, la que deriva del préstamo a interés, en el que se llama capital o principal aquello que se da a réditos, es decir, lo que sirve para obtener cierto beneficio o aumento de riqueza.
No consiste, pues, el capital económico en estas o aquellas cosas, sino que representa la idea de cierto empleo o destino que pueden recibir todas: el dinero, el trigo, el árbol arrancado de la tierra, todos los productos, sin distinción alguna, serán capital o dejarán de serlo según que se dediquen a nuevas producciones o se consuman de un modo improductivo. De aquí que el capital revista formas tan variadas como múltiples son los resultados y combinaciones a que la industria puede dar lugar; se clasifican aquéllas, sin embargo, por razón del oficio que el capital desempeña, de la manera siguiente: provisiones, todo lo que sirve para la subsistencia del trabajador mientras se dedica a elaborar el nuevo producto; materias primeras, aquéllas que, siendo resultado de un trabajo anterior, constituyen la base de alguna industria, —el trigo en la producción de la harina, la harina respecto de la panadería—; materias auxiliares, las que se emplean o consumen para modificar las que llamamos primeras, tales como el combustible, etc.; tierras cultivadas y construcciones industriales, comprendiéndose bajo esta forma del capital todas las alteraciones hechas en el suelo que le preparan para las aplicaciones del trabajo agrícola, para la fabricación y el cambio, como la roturación, los edificios, las vías de comunicación, etc.; máquinas, son los instrumentos que auxilian la acción de nuestras facultades físicas; el dinero, aunque no interviene directamente en la producción, es también forma del capital, ya que por su medio pueden adquirirse las cosas en que el capital consiste, y por último, lo es de igual modo el derecho a los servicios, es decir, las deudas y obligaciones contraídas a nuestro favor, porque representan un valor cambiable y susceptible de aplicación productiva. El capital, como hijo del trabajo, es su auxiliar y compañero inseparable en la tarea económica, y sus funciones consisten en hacer más eficaz y menos penoso el esfuerzo humano, multiplicando los productos, perfeccionándolos y reduciendo su coste, exige, sin embargo, gastos de conservación y de renovación, de suerte que el trabajador tiene que aumentar a sus necesidades propias las del capital que maneja. Divídanse los capitales en fijos y circulantes, porque mientras unos resisten varias producciones, como las máquinas, los edificios, etc., otros en cuanto son aplicados desaparecen o se incorporan al nuevo producto, como las materias primeras y las auxiliares. Distinguen también algunos economistas los capitales materiales y los inmateriales, haciendo consistir estos últimos en las facultades y condiciones personales del trabajador, en su educación, su moralidad, su cultura, etc.; pero esto no es más que una consecuencia de la doctrina examinada en otra parte (1), que considera al hombre como objeto de producción económica, y por eso nos limitaremos a indicar aquí el contrasentido a que llega ese principio, obligado a declarar que ser erudito, honrado o religioso es lo mismo que ser capitalista __________ (1) V. Economía |
Vocabulario de la Economía – Nomenclatura y principales conceptos de economía (editado: 5-11-2007) CAPITAL |