PSICOLOGÍA ELEMENTAL
José Moreno Castelló |
J. Moreno Castelló – Psicología Elemental 1ª parte – Psicología empírica – Cap. VIII – Noología
Artículo II – Del conocimiento intelectualTodo conocimiento supone algún modo de unión entre el sujeto que conoce y la cosa conocida. Esta disposición de una cosa para con otra, constituye una relación de todo punto necesaria en el acto del conocimiento. Al ocuparnos del estudio de la sensibilidad, como potencia cognoscitiva, y seguir el proceso del conocimiento sensible, expusimos la necesidad de que el objeto externo, término de dicho conocimiento, estuviera representado en el alma, que es el sujeto del conocer; y añadíamos en aquel lugar que a la representación del objeto en ella, se le daba el nombre de especie sensible Ahora tratamos de una nueva clase de conocimiento, y nuevamente afirmamos la necesidad de aquella unión, que ha de efectuarse por medio de representación del objeto en el alma; y por la clase del objeto representado, habremos de llamarla especie inteligible Es de todo punto precisa la distinción entre los dos términos del conocimiento, porque de otra manera vendríamos a confundir cosas que, realmente, son distintas; y esto nos llevaría a los graves errores del idealismo o del panteísmo. Además, la actividad del alma no entra en ejercicio si no es solicitada de alguna manera por el objeto, y ciertamente cumple desempeñar este papel a la especie inteligible. Ella viene a ser como forma del objeto, que se pone en comunicación con el alma, para solicitar su acción. La especie o representación ha de ser inmaterial, atendida la naturaleza del sujeto recipiente; y en el caso actual, la clase del objeto representado, porque sin este requisito no sería posible que obrase sobre el alma. Ésta posee la virtud para conocer, y el acto misterioso y admirable de la intelección se efectúa en ella misma, y es por lo tanto indispensable la representación, que antes hemos llamado especie inteligible Tal proceso es a todas luces necesario, por más que para nosotros permanezca desconocida la naturaleza del fenómeno. Podemos dar a la especie inteligible el nombre de idea, pues ésta, en su más lato sentido, significa representación de un objeto en nuestra mente, según la define el insigne Balmes; y la especie inteligible, según la doctrina que venimos exponiendo, no es sino la representación de la esencia, que es el objeto proporcionado del entendimiento. Finalmente; una vez excitada y determinada la facultad a conocer, por la acción de la especie inteligible, conoce el objeto cuya representación la solicita y no únicamente esa semejanza o especie que sobre ella actúa, quedando ésta reducida a la condición de medio para el conocimiento, pero jamás puede servirle de objeto y término. |
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