El evangelio del Buddha – Pablo Carus
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Fundación del reino de la verdad XIX.- ENVÍO DE DISCÍPULOS A MISIÓN (1) 1. El evangelio del Bienaventurado se extendía de día en día, y el pueblo en masa acudía a oírlo, a recibir la iniciación y a llevar desde entonces una vida santa, con el fin de llegar a la extinción del dolor. 2. Y viendo el Bienaventurado que le era imposible atender a todos los que querían oír la verdad y recibir la iniciación, escogió entre sus discípulos a los que debían predicar el Dharma, y les dijo: 3. «Id ahora, oh bhikshus!, para provecho de las gentes, por el bien de la humanidad y por compasión al mundo, a predicar la doctrina, que es gloriosa en su comienzo, gloriosa al medio y gloriosa en su fin, tanto en su espíritu como en su letra. Hay seres cuyos ojos están ligeramente cubiertos de polvo, pero a quienes si no se les predica la doctrina no podrán alcanzar la liberación. Enseñadles un camino de santidad; ellos comprenderán la doctrina y la aceptarán. 4. El Dharma y el Vinaya proclamados por el Tathagata esparcen una vivísima luz cuando se exponen, y no cuando se ocultan; pero no dejéis caer esta doctrina, tan llena de verdad, tan excelente, en manos de los indignos, donde pueda menospreciarse, ser desdeñada, tratada con oprobio, ridiculizada o condenada. 5, Yo os doy ¡oh bhikshus! esta autorización. De hoy en adelante conferid la iniciación, en todos los países, a los que anhelen recibirla, siempre que les encontréis dignos. 6. Y quedó establecido que los bhikshus fueran a predicar mientras fuera propicio el tiempo; y que en la estación de las lluvias se reuniesen de nuevo y juntasen con su maestro para oír las exhortaciones del Tathagata _________ (1) Fuentes: Mahavagga,1-11; Fo-sho hing tsan-king, 1297-1300; Q. of the king Milinda, 264, 266. Compárese Luc. IX, 1-6; X, 1-24; Mat. V, 16; VII, 6. |
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