best microsoft windows 10 home license key key windows 10 professional key windows 11 key windows 10 activate windows 10 windows 10 pro product key AI trading Best automated trading strategies Algorithmic Trading Protocol change crypto crypto swap exchange crypto mcafee anti-virus norton antivirus Nest Camera Best Wireless Home Security Systems norton antivirus Cloud file storage Online data storage
tes

Torre de Babel Ediciones

El evangelio del Buddha. Capítulo 27. El pdre del Buddha.

Fundación del reino de la verdad

XXVII.— EL PADRE DEL BUDDHA (1)

1. En el tiempo que el Buddha residía en Radjagriha, Suddhodana, su padre, le mandó a decir; «Deseo ver a mi hijo antes de morir. Los demás han recibido el beneficio de su doctrina, pero no su padre ni sus parientes.»

2. Y el mensajero le dijo: «¡Oh Tathagata, que el mundo adora!, vuestro padre aguarda vuestra venida, como el lirio impaciente la salida del sol.»

3. El Bienaventurado accedió a la petición de su padre, y se puso en marcha hacia Kapilavastu. Bien pronto se extendió la noticia por el país natal del Buddha. «¡El príncipe Siddhartha, que dejó su casa para adquirir la luz de la ciencia, vuelve después de haberla obtenido!»

4. Suddhodana salió ante el príncipe con sus parientes y sus ministros. Y cuando el rey vio desde lejos a Siddhartha, su hijo, quedó deslumbrado por su belleza y su dignidad y se regocijó en su corazón; pero no halló en su boca palabras que proferir.

5. Realmente aquel era su hijo, aquellos eran los rasgos de Siddhartha. Y aunque el gran sramana estaba cerca de su corazón, sin embargo, ¡qué distancia les separaba! Aquel noble muní ya no era Siddhartha, su hijo: era el Buddha, el Bienaventurado, el Santo, el Señor de la verdad, el Instructor del mundo.

6. Considerando la dignidad religiosa de su hijo, el rey Suddhodana descendió del carro y fue el primero a saludarle, diciendo: «Hace ahora siete años que no os he visto. ¡Con qué impaciencia esperaba este momento!»

7. El Buddha se sentó frente a su padre, y el rey miraba ávidamente a su hijo. Hubiera querido llamarle por su nombre, pero no se atrevió. «Siddhartha, decía para si en voz baja a su corazón; Siddhartha, ven cerca de tu anciano padre y sé nuevamente su hijo.» Pero viendo la firmeza de su hijo, contenía sus sentimientos y el dolor le abrumaba.

8. Y así el rey, sentado frente a su hijo, se regocijaba en su aflicción y se afligía en su gozo. Podía envanecerse de su hijo, pero su orgullo se estrellaba ante la idea de que su ilustre hijo no sería su heredero.

9. «Quería ofrecerte mi reino, dijo el rey; pero si lo hiciera, no le harías más caso que a un puñado de ceniza.»

10. Y el Buddha dijo: «Sé que el corazón del rey rebosa de amor, y que a causa de su hijo siente una profunda tristeza. Pero que los amorosos lazos que os sujetan al hijo que habéis perdido, os sujeten con igual bondad a todos los seres; y en vez de ese hijo, recibiréis uno más grande que Siddhartha: recibiréis el Buddha, el Maestro de la verdad, el Predicador de la justicia, y la paz del Nirvana penetrará en vuestro corazón.»

11. Suddhodana tembló de alegría cuando oyó las melodiosas palabras de su hijo, y juntando sus manos exclamó, con las lágrimas en los ojos: «¡Maravilloso es el cambio! La abrumadora tristeza ha huido. Antes mi corazón afligido estaba pesado; pero ahora recojo el fruto de vuestra gran renuncia. Bien está que movido por vuestra profunda simpatía hayáis rechazado las satisfacciones del poder real y cumplido vuestro noble propósito en la devoción religiosa. Habiendo encontrado el camino, podéis predicar ahora la ley de inmortalidad al mundo entero, que aspira a la liberación. »

12. Y el rey volvió a su palacio mientras que el Buddha se quedaba en el bosque ante la ciudad.

__________

(1) Fuente: Fo-sho-hing-tsan-king, 1534-1610; Manual of Buddhism, 204.

tes