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Historia del imperio chino – De la situación, población y división del imperio


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LECCIONES DE HISTORIA DEL IMPERIO CHINO


Prólogo

Primera parte

De la situación, población y división

Del gobierno

De las dinastías

De varios emperadores

De los mandarines y la policía

Del ejército y las armas

De la justicia y los castigos

Segunda parte

De la religión

De los sacerdotes y templos

Del carácter y las costumbres

De la educación, las ciencias y los libros

De las fiestas y teatros

Tercera parte

Edificios públicos

De las producciones naturales

Continúa el mismo asunto

Prosigue la misma materia

De los animales

Cuarta parte

De las artes e industria

Continúa el mismo asunto

Prosigue la misma materia

Preguntas sobre las lecciones precedentes


 

 

LECCIONES DE HISTORIA DEL IMPERIO CHINO
 

Breve descripción de este Imperio, de su historia, población, 

gobierno, religión, industria, usos y costumbres
 

Redactadas por J. Herrara Dávila y A. Alvear – 1829


Índice

 

PRIMERA PARTE
Lección I – De la situación, población y división del Imperio.

1. Aclámasele China a un imperio que abraza casi toda la extremidad oriental del continente de Asia.

2. Su situación es la más ventajosa del globo. Confina al norte con la Tartaria, al medio día con los estados del Mogol, al occidente con el Tibet, y al oriente está rodeada del grande Océano oriental. Tiene cerca de ocho mil leguas de circunferencia, y más de doscientos millones de habitantes. Está defendida de los vientos del norte por las elevadas regiones del Asia central, a cuya circunstancia y a la de la gran parte de mar que la circunda debe una atmósfera húmeda y suave, pero muy cargada de nitro, y un clima el más benigno, y el suelo mejor regado del mundo. Muchas cadenas de montanas de una mediana elevación cortan esta vasta región y dan nacimiento a dos grandes ríos, cimentados por más de otros veinte tan caudalosos como los principales de España. Una multitud de lagos y de canales contribuyen también a la fertilidad del terreno, el cual está cultivado casi en su totalidad. Sin embargo de la templanza de su clima, suelen verse algunos de sus ríos helados por espacio de cuatro meses, desde fin de Noviembre hasta fin de Marzo, sin que por esto se perciban los intensos fríos que el hielo produce en nuestra España. Llueve pocas veces en el año, pero los rocíos son continuos y muy abundantes.

3. El nombre de China no es el propio ni único que tiene, sino el que le han dado los europeos. Sus naturales le dan el de Tchon-koué o Tonku. Los romanos la llamaron país de los Seres, y los primeros viajeros europeos que le descubrieron le nombraron imperio de Catay, como parece le llamaban los tártaros.

4. El primer europeo que descubrió este país fue un veneciano llamado Marco Polo, que en el siglo 13 dio noticia en Europa de este floreciente imperio, y al que llamó Cathay o Catay.

5. La China propiamente tal se divida en quince grandes provincias, y además tiene muchas islas y posesiones en la Tartaria y otras partes.

6. Los nombres y situación de sus principales provincias son los siguientes: primera, Pe-tche-li, situada a la extremidad septentrional sobre la frontera de la Tartaria; segunda, Chau-tong, que confina al oriente con el mar, y al norte y poniente con Pe-tche-li; tercera, Chansy, que toca al norte con la Tartaria y al oriente con Pe-tche-li; cuarta, Chensy, confina al norte y poniente con la Tartaria; quinta, Honan, que vulgarmente se llama el jardín de la China, está situada en el centro; sexta, Kiang-nan, confina al norte con Chang-tou, y al oriente con el mar; séptima, Hou-guang, situada también en el centro, confina al norte con Ho-nan; octava, Set-chuen, termina al norte por Chenvis, al poniente por la Tartaria, y al oriente por Hou-guang; novena, Tche-kiang, la barra al oriente el mar, y al norte y poniente confina con Kiang-nan; décima, Kiang-si, está limitada por Kiang-nan al norte, al poniente por Hou-guang y al oriente por Tche-kiang; undécima, Fo-kien, confina con Tche-kiang y Kiang-si, y en lo restante la baña el Océano; duodécima, Quang-tong, situada en la extremidad meridional, la baña el mar por este lado y confina con Fo-kien y Kiang-si al norte, y con Quang-sy al poniente; décimatercia y decimacuarta, Quang-sy y Koci-tcheou, están unidas y situadas al mediodía; decimaquinta, Yannau, confina al nordeste con las provincias de Koci-tcheou y Quang-sy, al sudoeste con los reinos de Tong-king, del Pegú, de Ava y las tierras del Tibet.

7. Se cuentan mil cuatrocientas cincuenta y nueve ciudades, de las cuales las principales son Pe-kin, que es la primera ciudad del imperio, y la mayor y más poblada del mundo en la provincia de Pe-tche-Ii; Nan-king en la provincia de Kiang-nan; Vou-tchang en la de Hou-guang, que es tan grande y poblada como Paris; y Quang-tcheon, que los europeos llamamos Canton, en la provincia de su nombre. Hay además una multitud de pueblos medianos, y una infinidad de aldeas y caseríos que se tocan unos a otros, y aun sobre los ríos se ven poblaciones crecidas formadas de barcos que son una especie de casas.

8. Además de sus quince provincias principales, posee este imperio en el grande Océano oriental muchas islas. Las más principales son Tson-ming, que depende de la provincia de Kiang-nan; Haynan que constituye parte del gobierno de Quang-tong, y Tay-ovan, que los europeos llaman la Isla hermosa y pertenece a la provincia de Fo-kien.

9. En estas islas se encuentran diez y seis ciudades dependientes de la China; y en la segunda y tercera de ellas hay una gran parte habitada por pueblos casi salvajes e independientes, a los cuales todavía no han podido sujetar los chinos.

10. Pertenece también a este grande imperio la mayor parte de la gran Tartaria, que en otro tiempo formaba muchos reinos independientes, y al presente están sometidos al emperador de la China y al de Rusia, por lo cual se divide esta vasta región en Tartaria rusa y Tartaria china.

11. Los principales Estados de la Tartaria dependientes de la China son los tártaros mantcheoux y los tártaros mogoles. Los primeros dependen inmediatamente de la China, o más bien la dominan, porque la conquistaron, y la dinastía reinante desciende de sus soberanos. Los segundos dependen del imperio y le pagan tributo; pero tienen sus príncipes particulares y se gobiernan por sus leyes.

 

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