§ 38 –GUILLERMO DE CHAMPEAUX
Contemporáneo de San Anselmo, amigo de San Bernardo e impugnador de Roscelin y Abelardo —a pesar de que este último había sido su discípulo— fue Guillermo de Champeaux, el cual, después de enseñar con gloria en las escuelas de París, se retiró a la abadía de San Víctor, y fue elevado más tarde a la Silla episcopal de Chalons-sur-Marne, diócesis que gobernaba todavía en 1121, aunque se ignora el año fijo de su muerte.
Con respecto a la cuestión de los universales, es lo más probable que en la primera época de su enseñanza adoptó una solución intermedia entre la platónica y la aristotélica; pues, a juzgar por un pasaje de Abelardo, parece que consideraba la esencia específica como única, idéntica y toda en cada individuo, y que estos sólo se distinguían entre sí por los accidentes: eamdem essentialiter rem totam simul singulis suis inesse adstrueret individuis…. quorum sola multitudine accidentium (esset) varietas.
Verdad es que aun este pasaje podría interpretarse fácilmente en el sentido de la solución realista moderada, y acaso sólo había por parte de Champeaux cierta impropiedad o inexactitud de lenguaje.
En todo caso, puede tenerse por muy probable que en la última época de su vida profesaba y admitía la solución realista en su acepción moderada o aristotélica, según se desprende del siguiente pasaje citado por Michaud en su monografía de este notable escolástico: Vides (idem) duobus accipi modis, secundum indifferentiam, et secundum identitatem ejusdem prorsus essentiae: secundum indifferentiam, ut Petrum et Paulum idem esse dicimus in hoc quod sunt homines…. sed si veritatem confiteri volumus, non est eadem utriusque humanitas, sed similis, cum sint duo homines.
Las últimas palabras indican claramente que el obispo de Chalons profesaba a la sazón el realismo moderado, que reconoce la realidad objetiva de la naturaleza universal, pero existente en los individuos, y siendo una en ellos, no por identidad, sino por semejanza.
Guillermo de Champeaux escribió varias obras, entre otras un compendio de los libros morales de San Gregorio, Moralia abbreviata Guillelmi de Campellis; pero en su mayor parte no han llegado hasta nosotros, y de aquí la escasez de noticias exactas acerca de su doctrina filosófica.
En su tratado De Origine animae, Champeaux, después de mencionar y rechazar la teoría traducianista (1), expone y afirma la generación humana en conformidad a la doctrina católica, señalando la parte que corresponde al cuerpo y la que corresponde al alma creada e infundida por Dios: Seminarium haberet (homo generandus) quantum ad corpus; Deus autem infunderet novas animas.
Champeaux es acaso el primer filósofo escolástico que expuso con claridad y afirmó con decisión y seguridad la teoría creacianista para explicar el origen del alma humana. Además, y según se desprende del pasaje citado en la nota, el maestro de Abelardo se inclinaba a la opinión de que la unión del alma con el cuerpo se verifica desde los primeros momentos de la concepción (quàm cito conjunguntur semina patris et matris, statim adest anima), anticipándose en esto a teorías y opiniones que habían de presentarse muchos siglos después.
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(1) Al exponer y discutir esta teoría, Champeaux hace mérito de la opinión de San Gregorio Nazianceno, según el cual, la unión del alma humana con el cuerpo se verifica en los primeros instantes de la concepción, si bien por entonces, o sea durante los primeros meses, no funcionan sus potencias por falta de la conveniente disposición orgánica: «lude etiam adducunt Gregorium Naziancenum, sapientem virum, qui dicit quod quàm cito conjunguntur semina patris et matris, statim adest anima, sed non exercet potentias; sicut nec quando natus est puer non statim discernit, nec ea dijudicat, quae post in adulta facit aetate.» De Orig. animae, núm. 2.º