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La psicología de los pueblos – Wilhelm Wundt – 9

CAPÍTULO III
La psicología de W. Wundt (Continuación)

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Las dos psicologías sociales: psicología colectiva y psicología de los pueblos – Precedentes de la última – El doble interés y la doble consideración en ésta – El concepto y los contenidos de la conciencia colectiva – El desarrollo de la conciencia colectiva – La explicación psicológica de los productos sociales – Psicología de los pueblos, etnología e historia – La psicología animal y del niño, en Wundt – Ideas metafísicas – Influjo de Wundt – Escuela wundtiana – Münsterberg – Escuela de Wurzburgo – Investigadores independientes – Psicología individual o diferencial – Pedagogía experimental – Psicología aplicada – La psicología experimental en España: Francisco Giner de los Ríos; Luis Simarro y sus discípulos; Turró; Mira – Bibliografía

  
La memoria, desde un punto de vista teológico, es, pues, una ampliación de la conciencia inmediata, y sirve para la previsión del futuro basándose en el pasado; se multiplican los efectos de protección que parten de la sensación. De otra manera, también amplía la memoria; a saber: como medio de interpretación de las cosas. El perro de Golz tenía sensaciones pero no memoria; no conocía la comida, que, sin embargo, tragaba cuando se la ponían en la garganta; se restringe, pues, el campo del ser privado de memoria. La inteligencia aumenta aún más este campo al añadir los conceptos. Aquí estriba precisamente la diferencia de la conducta del perro y la del hombre. La inteligencia es un instrumento y la usamos empíricamente como otro instrumento cualquiera. Sus operaciones se basan en la asociación de ideas. Los conceptos traen bajo sí datos de la experiencia. Pueden ser: 1.º, comunes o generales, que se representan por una palabra o un esquema, o diagrama (por ejemplo, el del vertebrado) ; 2.º, individuales, que consisten en la construcción unitaria de datos que se nos aparecen unidos. Por ejemplo: los indios americanos, al ver los jinetes españoles, los tomaron por centauros; construían, pues, unitariamente estos datos. El juicio es aceptación de relaciones. Por todo esto, hay en una percepción un concepto (unidad) y juicios. Cualquier proceso implica todas las operaciones mentales.

Hay que buscar una condición fisiológica de la memoria y la inteligencia (16). Ésta lo es la iteración, o sea «el proceso fisiológico de formación de vías organizadas en los centros nerviosos» (asociaciones). Dicho proceso nos ofrece la clave para fenómenos que, en general, consideramos remotos a la memoria y la inteligencia. Da razón: «1.º, del instinto, asociación preestablecida hereditaria; 2.º, del hábito, asociación adquirida por el ejercicio; 3.º, de la memoria imaginativa, que es una forma de hábito de las imágenes, y 4.º, de la formación de las ideas generales (comunes), que, sin duda, se producen por asociación y que Hume explicaba por una especie de hábito». La asociación así entendida pueden ser: 1.º, asociación establecida de antemano por anteriores operaciones (por disposición heredada o por disposición adquirida) ; 2.º, asociación establecida de nuevo. La primera tiene como ley la misma que Luis Vives indica para la asociación: «Los elementos asociados una vez, tienden a reproducirse asociados por virtud de la persistencia de la conexión la primera vez establecida. Las relaciones que determinaron la primitiva conexión, de cualquier orden que fueran (semejanza, contigüidad en la experiencia efectiva, etc.), no intervienen en la reproducción. Las asociaciones reproducidas son, todas, asociaciones por contigüidad fisiológica». «Por el contrario, en las asociaciones que se establecen de nuevo, es donde tienen aplicación los dos principios de la escuela asociacionista inglesa: 1.º, la contigüidad simultánea o sucesiva en la experiencia efectiva (principio de las asociaciones externas); 2.º, la semejanza (principio de las asociaciones internas)». Las asociaciones externas corresponden a conexiones de coexistencia (incluso la coexistencia en el espacio) y de sucesión que se dan siempre en el tiempo. Suponen los siguientes principios de fisiología cerebral: 1.º, «principio de la difusión general (en todo el cerebro) de cada excitación que se propaga hasta el cerebro mediante las vías de proyección sensoriales»; en virtud del cual se producen las vías de asociación; 2.º, «principio de composición de las excitaciones simultáneas o inmediatamente sucesivas en una reacción cerebral única, siquiera sea compuesta». La «reacción que de hecho resulta dependerá en cada caso, no sólo del número y magnitud de las excitaciones, sino también del modo de composición»; 3.º, la consideración de los anteriores principios nos lleva a formular otro tercero: «Principio de la coordinación de todas las excitaciones motoras en cada reacción determinada por un reflejo cerebral». La repetición de la asociación es una reiteración; la refuerza, por lo tanto. La repetición de la misma contigüidad en la experiencia efectiva habrá de reforzar aún más las asociaciones externas. Así nacen asociaciones muy estables y regulares de impresiones, con determinadas reacciones motoras que a veces adquieren la apariencia de una acción maquinal (hábito) y el carácter de las reacciones automáticas del instinto. En la reiteración se basa todo aprendizaje. Por ella, también, muchas acciones se hacen automáticas, desapareciendo sus elementos conscientes, lo que permite al «espíritu librado de aquel trabajo, que ahora ejecuta automáticamente, poder volverse a nuevos objetos».

En todo lo que nos rodea distinguimos dos grandes categorías de seres: los objetos y los sujetos. En los sujetos encontramos diferencias de vida mental ligadas a la especie (variaciones mentales específicas) y otras interiores a la especie (variaciones individuales). Las variaciones individuales mentales coinciden unas veces con las variaciones fisiológicas (edad, temperamento, sexo) y están sujetas, por lo tanto, a determinadas leyes de aquel tipo. Otras son producidas por causas morbosas. Otras aún, se deben a factores extrínsecos (el medio, la educación). Por último, hay algunas que parecen congénitas (variaciones naturales del individuo) y cuya resultante es el carácter.

Simarro se interesó mucho por la aplicación de la psicología e imaginó una porción de tests, de los cuales uno ha sido descrito y aplicado por Mira (17). En cuanto a la aplicación de la psicología a la psiquiatría, sostenía un punto de vista análogo al de Krapelin, cuyos trabajos seguía con interés. En este respecto influyó en sus discípulos psiquiatras.

También se interesó Simarro por la Historia de la psicología. A él corresponde el mérito de haber hecho populares y haber expuesto en su verdadero valor, en España, los libros De anima et Vita, de Luis Vives, y el Examen de Ingenios, de Huarte de San Juan. La primera traducción del Tratada del alma, de Vives, traducción excelente hecha por el latinista José Ontañón, fue suscitada por él.

De sus discípulos psiquiatras, que se han interesado por la psicología, citamos a los doctores Nicolás Achúcarro (+) y Gonzalo Rodríguez Lafora. De sus discípulos filósofos, la mayoría son profesores de segunda enseñanza. Entre ellos están, aparte del que escribe estas líneas, Herrero Bahillo (+), Navarro Flores (en el Instituto escuela de Madrid), SantamarÍa (Instituto de Valencia), Verdes Montenegro (Madrid, San Isidro). Otros como Domingo Barnés (secretario del Museo Pedagógico Nacional) se han dedicado a cuestiones pedagógicas.

Un núcleo independiente lo ha tenido la nueva psicología en Barcelona. En esta ciudad es su representante más antiguo Turró, que comenzó trabajando en el Laboratorio de Psicología Experimental de Francfort, en el Main, y que publicó su libro sobre Los orígenes del conocimiento (el hambre) en alemán (1911) y, después, en francés, catalán y castellano (18). Junto a Turró ha de citarse al joven investigador Mira, psicólogo del Instituto de Orientación profesional, que costean la Diputación provincial de Barcelona y el Ayuntamiento de dicha ciudad. Por otra parte, la Mancomunidad Catalana creó, en el año 1922, un Laboratorio de psicología experimental, a cuyo frente figuró el psicólogo belga Dwelshauvers.

Los Archivos de Neurobiología, editados por los doctores Lafora y Sacristán y el profesor de la Universidad central José Ortega y Gasset que también se ha ocupado de problemas psicológicos (19), incluyen en su marco trabajos de psicología, y pueden considerarse como la única revista de estas materias en España. También han publicado artículos sobre temas de esta ciencia, sobre todo de psicología aplicada a la pedagogía: el Boletín de la Institución libre de Enseñanza, la Revista de Pedagogía y los Quaderns d’ Estudi (Publicació mensual de la direcció d’ Instrucció pública de la Mancomunitat de Catalunya i del Consell de pedagogia de la Diputació de Barcelona).

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(16) Todo el párrafo tomado de La iteración. (Véase Bibliografía).
(17) Archivos de Neurobiología, I, 4, pág. 366. (18) Véase: ALBERTO PALCOS, Teoría de Turró acerca de las orígenes del conocimiento. Boletín de la Institución libre de Enseñanza, pág. 180, 1920. (19) Véase: M. G. MORENTE, La pedagogía de Ortega y Gasset. Revista de Pedagogía, 1, 2 Y 3, 1922.
 
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