Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano Selección de artículos de una de las más importantes y clásicas Enciclopedias en lengua española
Mitología griega e historia de los grandes hombres de Grecia Sencilla exposición de la mitología griega, historia de los héroes, semidioses y hombres célebres griegos. Por Fernán Caballero.
Edición digital de la Historia de la Filosofía de Jaime Balmes
Explicación de la filosofía de los principales pensadores, resúmenes, ejercicios..
Breve definición de los términos y conceptos filosóficos más importantes
Vidas y referencias biográficas de los filósofos y pensadores
Índices y sumarios de las obras clásicas del pensamiento
Directorio y breve descripción de revistas de filosofía en español editadas en la red
Foro telemático dedicado a José Ortega y Gasset
Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED)
Explicación de los principales conceptos, tesis y escuelas en el área de la Psicología
Manual del filósofo y psicólogo español J. Vicente Viqueira
Principales conceptos de esa ciencia. Por el catedrático de economía José Manuel Piernas Hurtado
Legislación educativa y cultural
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PLEGARIASNo conocemos ninguna religión que no tenga sus rezos; los conocieron incluso los judíos, aunque no adquirieron fórmula pública hasta los tiempos en que entonaron los cánticos en sus sinagogas, lo que sucedió muy tarde. Todos los hombres, desde los tiempos más antiguos, según sus deseos o según sus temores, invocaron la protección de alguna divinidad. Algunos filósofos, más respetuosos con el Ser Supremo y menos condescendientes con la divinidad humana, no admitieron más plegaria que la resignación. Ésta es, pues, efectivamente, la correlación que parece que debe existir entre la criatura y el creador; pero la filosofía no es la ciencia de gobernar el mundo. Es superior al vulgo, y habla un lenguaje que éste no puede entender. Creo que, entre los filósofos, únicamente Máximo de Tiro se ocupó de esta materia. He aquí la sustancia de lo que dice: «El Eterno tiene sus designios durante toda la eternidad; si la plegaria está acorde con su voluntad inmutable, es inútil que le pidamos lo que está resuelto a hacer. Si le rogamos que haga lo contrario de lo que está resuelto a hacer, es suplicarle que sea débil, ligero o inconstante; es burlarse de Él. Si le pedís una cosa justa, la concederá sin que se le ruegue; si le pedís una cosa injusta, le ultrajáis. Sois dignos o indignos de la gracia que imploráis; si sois dignos, lo sabe mejor que vosotros, y si sois indignos, obráis mal pidiéndole que os conceda lo que no merecéis. En una palabra: sólo rezamos a Dios porque le hemos hecho a nuestra imagen y le tratamos como a un bajá o como a un sultán, al que podemos calmar o poner furioso. En todas las naciones rezan a Dios; los sabios se resignan y le obedecen. Recemos como el pueblo y resignémonos como los sabios.» Nos ocupamos de las plegarias públicas de muchas naciones y de las de los judíos en el artículo titulado Oración. Este pueblo tuvo una plegaria desde tiempo inmemorial, que debemos referir por estar completamente en armonía con el rezo que enseñó el mismo Jesucristo. Dicha oración judía se llama el Kadish, y empieza por estas palabras: «¡Oh Dios! magnificado y santificado sea vuestro nombre; haced reinar vuestro reinado, florecer la redención y que el Mesías aparezca pronto.» Esta oración, que recitan en caldeo, hace suponer que era tan antigua como la cautividad de los judíos y que entonces fue cuando empezaron a esperar un Mesías, que siempre han reclamado desde los tiempos de sus calamidades. La palabra Mesías, que se encuentra en esa antigua plegaria, dio origen a muchas disputas sobre la historia del referido pueblo. Si esa plegaria es de la época de la trasmigración a Babilonia, es evidente que los judíos debieron desear y esperar un libertador; pero ¿en qué consiste que en tiempos más funestos todavía, después que Tito destruyó Jerusalén, no hablan de que esperaban un Mesías Flavio Josefo ni Filón? Se encuentran oscuridades en la historia de todos los pueblos; pero la de los judíos es un caso perpetuo. Es lástima para las gentes que desean instruirse que los caldeos y los egipcios hayan perdido sus archivos y que sólo los judíos los conservaran. |
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