Reacción o respuesta refleja aprendida ante un estímulo. Recibe el nombre de «condicionada» por ofrecerla el organismo tras haberse dado la condición del aprendizaje, de la experiencia de la asociación de estímulos: la respuesta de salivar del famoso perro de Pavlov se llama condicionada sólo cuando el perro ha aprendido a darla tras un estímulo que de modo natural no la provocaba, como el sonido de la campana, y dispone de ella precisamente porque ha experimentado su asociación o vínculo temporal con la presencia del alimento en la boca, que sí provocaba de forma natural dicha respuesta. Las respuestas condicionadas las manifiesta pues el organismo ante los llamados estímulos condicionados.
Primero la reflexología rusa y después el conductismo, principalmente Watson con el modelo de aprendizaje llamado «condicionamiento clásico«, creyeron que la mayor parte de conductas humanas podían ser comprendidas en términos de meras respuestas condicionadas. Las técnicas de «modificación de la conducta» propuestas en las terapias conductistas suponen de un modo u otro que muchas de los comportamientos trastornados son una consecuencia del aprendizaje de respuestas condicionadas no adaptativas, defendiendo para su cura distintos modelos, siendo el llamado «contracondicionamiento» el más fiel a este tipo de aprendizaje. |