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Sofistas y escépticos – Historia de la Filosofía de Jaime Balmes

Historia de la Filosofía

Explicación de la filosofía de los principales pensadores, resúmenes, ejercicios..

HISTORIA DE LA FILOSOFÍA

JAIME BALMES (1810-1848) – Índice general

Historia de la Filosofía  – Jaime Balmes                                            Capítulo XV – SOFISTAS Y ESCÉPTICOS

XV – SOFISTAS Y ESCÉPTICOS

Protágoras - Historia de la filosofía62. El gusto filosófico propagado por las escuelas de la Jonia e Italia, y el adelanto en la práctica de discutir que se elevaba a su verdadero arte en la dialéctica de Zenón, produjeron naturalmente el espíritu de disputa, y lo que antes era investigación seria, acompañada del amor de la verdad, se fue convirtiendo en vanidad pueril y en objeto de especulación. Aparecieron entonces los sofistas, que se preciaban de discutir improvisadamente sobre todas las materias, sosteniendo el pro y el contra en todas las cuestiones. Estos juegos del ingenio acarrearon por una parte el descrédito de la filosofía, y por otra dieron más amplitud al escepticismo, haciendo de él una verdadera escuela. Quien se acostumbra, aunque sea por juego, a sostener el pro y el contra de todo, corre peligro de caer en la duda de todo; así como los que toman la costumbre de balancearse acaban por contraer una necesidad de balanceo.

63. Descuella entre los sofistas y escépticos Protágoras de Abdera, quien sostenía que no hay verdad absoluta, que todo es relativo y que el conocimiento es sólo de apariencias, no de realidad, y que, por tanto, el hombre es la medida de todas las cosas. El escepticismo de Protágoras se liga con sus doctrinas ideológicas, que eran sensualistas. Como no admitía en el hombre más que sensaciones, y éstas son contingentes y variables, sacaba de aquí un argumento para combatir la verdad absoluta. Por manera que la doctrina sensualista que algunos ideólogos modernos han querido presentar como base de certeza y preservativo contra los extravíos de la razón, figura desde los antiguos tiempos como un manantial de escepticismo. Y no sin fundamento, porque si no admitimos otra cosa que sensaciones, no tenemos otra base de certeza que una serie de fenómenos contingentes, y, por consiguiente, perdemos todo principio de necesidad. Siendo las sensaciones hechos subjetivos, que en muchos casos no representan la naturaleza del objeto, resultaría que no podrían darnos a. conocer con certeza ni siquiera la realidad contingente que corresponde al fenómeno pasajero.

64. La teoría de la verdad relativa conduce a la falsedad absoluta, pues que hay poca distancia entre decir que no hay más que verdad aparente y el afirmar que no hay verdad alguna. La mera apariencia de la verdad no es la verdad, y así se explica por qué habiendo sostenido Protágoras que todo es igualmente verdadero, Gorgias Leontino sacó la consecuencia de que todo es igualmente falso. La razón fundamental de Gorgias es la imposibilidad de pasar de lo subjetivo a lo objetivo y de conocer algo real, si la realidad no se confunde con el conocimiento, o sin que la cosa conocida esté en el mismo sujeto que conoce. Gorgias opinaba que no existe nada, y añadía que aun suponiendo la existencia de algo no podría sernos conocida en no estando el objeto en el mismo sujeto. El argumento de Gorgias se ha reproducido en los siglos posteriores, y el idealismo panteísta de Schelling se funda en la misma base.

65. Pródico, Hippias, Trasímaco, Calicles, Eutidemo, Diágoras, Critias y otros, se distinguieron en la escuela sofística, si es que merece el nombre de escuela una turba de impostores que traficaban con cosas tan respetables como la razón y la verdad.

66. Excusado es añadir que el ateísmo era una consecuencia de tales doctrinas; quien duda de todo, ¿cómo afirmará la existencia de Dios? Así es que Protágoras decía que no sabía lo que eran los dioses, y que aun ignoraba si existían. En el mismo error cayó Diágoras, cuya cabeza pusieron a precio los atenienses. Protágoras fue también desterrado de Atenas y sus libros quemados en la plaza pública.
Estos dos filósofos vivían por los años de 410 antes de la era vulgar.

Historia de la Filosofía  – Jaime Balmes                                            Capítulo XV – SOFISTAS Y ESCÉPTICOS

Capítulo XIV – Empédocles                                                                                      Capítulo XVI – Sócrates

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