PSICOLOGÍA CONTEMPORÁNEA
J. Vicente Viqueira |
J. Vicente Viqueira – La Psicología Contemporánea Capítulo I – INTRODUCCIÓN
Capítulo I
Objeto del presente libro – Método que seguiremos – La existencia de la psicología y su pretendida crisis – Psicología y vida cultural – Orientación en las diversas corrientes actuales – Bibliografía En el presente libro nos proponemos exponer las direcciones capitales de la nueva ciencia del alma, de la nueva psicología. Por lo mismo, nuestro estudio comenzará con el nacimiento de la psicología actual, que puede considerarse remontando a Wundt. Como esta afirmación quizá parezca aventurada, debemos en este respecto indicar las notas fundamentales que conceden la antedicha significación precursora y fundadora a la psicología wundtiana. En primer lugar, la psicología actual ha surgido de movimientos muy diversos entre sí. Filósofos, físicos y fisiólogos han preparado de este modo la nueva ciencia. Wundt los une por primera vez, y la hace así posible. Ya esto trae consigo que la plena sistemática de la ciencia psicológica se haya elaborado por Wundt por primera vez y que los métodos de la psicología hayan sido presentados por él, también por primera vez, en su totalidad y relación recíproca. Todo ello ha tenido por consecuencia, ya en Wundt mismo, la separación relativa de la psicología con respecto de la filosofía; posición muy característica del presente, en que la psicología aparece, por una parte, como ciencia independiente, especial, mientras que, por otra, se muestra aún como una rama de la filosofía. Recordemos que antes de Wundt no se entendió por psicología más que un capítulo de la filosofía, y que se entretejía, además, con problemas epistemológicos, éticos y metafísicos. En relación con esto debemos decir algunas palabras sobre la idea que aspira a desarrollar este libro, a saber: La nueva ciencia del alma. Aquellas complicaciones de las cuestiones estrictamente psicológicas con problemas filosóficos de otra índole tienen una base real y, por lo tanto, han continuado; y no puede ser de otro modo aunque, claro está, ahora existe entre ellos una separación metódica (en lo que consiste aquí el progreso) después de la labor de Wundt; en este psicólogo se pasa también de la psicología a los otros dominios filosóficos por necesidad lógica. La ciencia del alma excede, pues, de la psicología en sentido estricto, y en la exposición de las doctrinas es imposible limitamos a la última. Por consiguiente, tomamos el término ciencia del alma en un sentido que equivale al más amplio que pueda darse a la palabra psicología, y reservamos para este otro término el sentido estricto. La ciencia del alma así entendida comprenderá:
Según las doctrinas que expongamos, concentraremos nuestro interés, más o menos, en cada uno de los grupos de cuestiones expuestas; pero siendo lo característico de nuestro tiempo la psicología empírica y oscilando todos los restantes problemas en torno de ésta, ella y sólo ella nos servirá para la orientación y plan de este libro. Nuestro método no será meramente histórico, sino crítico; es decir, no nos contentaremos con bosquejar las diversas corrientes psicológicas, sino que las examinaremos y criticaremos, pudiendo así terminar nuestro estudio con un bosquejo de las líneas futuras de la ciencia psicológica y aun de la ciencia del alma, bosquejo en el que nos basaremos en todo lo antes expuesto. De acuerdo con nuestro propósito, agruparemos las diferentes concepciones en direcciones generales y nos ocuparemos, dentro de cada una de ellas, más de lo que podríamos llamar líneas directivas que de los problemas concretos y de detalle, indicando sólo éstos en relación con aquéllas y en cuanto tengan una importancia grande. Aspiramos a que el que quiera conocer brevemente el estado actual de la ciencia del alma halle en este libro una introducción adecuada. Conviene ahora detenernos para considerar si, en efecto, nos hallamos ante una ciencia que progresa y que podamos exponer. Al hablar de varias direcciones, quizá se evoca la representación del estado anárquico de una ciencia. Sin embargo, no hay tal anarquía. A pesar de muchas diferencias entre los psicólogos, la psicología resuelve unánimemente sus problemas concretos. Una infinidad de trabajos de detalle, reveladores de hechos y leyes, se acumulan en libros y revistas, y es difícil, aun para el especialista, seguir ya las cuestiones en su conjunto, puesto que estos hechos y leyes son de muy diferentes dominios, de modo que dentro de la psicología han surgido diferentes ramas. Esto es natural si se tiene en cuenta que no sólo es muy grande la complicación de la psicología general (la ciencia de las actividades psíquicas en general), sino que poseemos ya una psicología de los animales y comparada, una psicología del niño, una psicopatología, una psicología colectiva (de los pueblos y social) y una psicología individual o diferencial (de los individuos y tipos psicológicos). El campo de los hechos conocidos y de sus leyes se hace cada vez más vasto. La cooperación en su estudio se extiende al mundo entero. Es verdad que no hace mucho tiempo se aseguraba, en ciertos medios filosóficos, que la psicología empírica se hallaba en crisis y que debía tomar una forma distinta de la suya actual, es decir, dejar de ser lo que era. De dicha afirmación me ocuparé en el curso de este libro (Capítulo IV). Fue por aquel entonces un tema repetido y que tuvo tan sólo como resultado positivo el aclarar la tarea de la psicología. Claro es que ésta, como toda ciencia, cambia en tanto que progresa, y que la pretendida crisis era, todo lo más, un proceso de enriquecimiento. Así, hoy día, la actitud meramente crítica de algunos filósofos (que aún viven) está absolutamente superada, y la extensión, en todos los órdenes de los estudios de la psicología, nos muestra evidentemente que la pretendida crisis no ha existido como tal crisis de fracaso. En nada como en sus aplicaciones se revela la existencia de una ciencia, y por esto muestra aún más lo erróneo de la afirmación citada, el hecho de que la psicología se haya aplicado a las más diversas esferas de la vida humana: a la educación, a la medicina, a la orientación profesional de los individuos, etc. Dichas aplicaciones, o han sido ya confirmadas como útiles, o se hallan en excelente camino de serlo. Sus estudios se han expuesto repetidamente y cuentan con publicaciones especiales. En este respecto, la psicología ha logrado y está logrando una posición análoga a cualquier otra ciencia. |
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