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BRAHMA, BRAHMANISMO -religión india- Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano

DICCIONARIO ENCICLOPÉDICO HISPANO-AMERICANO(1887-1910)

Índice

BRAHMANISMO, religión de la India,  BRAHMA, dios indio (religión india)

BRAHMANISMO, BRAHMA

– BRAHMANA m. Comentario ortodoxo de los himnos de Veda.

– BRAHMANISMO m. Religión de la India, que reconoce y adora a Brahma como a divinidad suprema.

– BRAHMA:Religión india. Brahma, en el sentido neutro de la palabra, es el principio solo, el autor y espíritu de todas las cosas, residente en todas ellas; la sustancia infinita e indeterminada, y la unidad indivisible, que se manifiesta a la par en la materia y en la inteligencia. De él proceden el Brahma masculino que, con Vishnú y Siva, forma la trinidad de las divinidades superiores indias, y de él el Universo, que no es otra cosa que él mismo, en esencia. El Brahma masculino es el Ser Supremo considerado como creador del mundo, así como los otros dos dioses que con él componen la trinidad brahmánica, lo son tocante a la conservación de lo creado y de la destrucción. Él es el que hizo conocer a los hombres los libros santos de los Vedas y el código de Manú, por los cuales deben guiarse en la vida, y el que, según la mitología india, salió de un huevo maravilloso, formado de oro, más brillante que mil soles, después de haber estado en él largo tiempo. Represéntanle comúnmente sobre un cisne y con cuatro cabezas, cada una de las cuales mira a uno de los puntos cardinales del mundo, y existe una tradición que refiere tenía en un principio cinco, y que en una lucha habida con Vishnú y Siva perdió una de ellas.
Afirmaciones bien diferentes encontramos en diversos autores acerca de la creación del mundo por Brahma, diferencia que se ofrece más palpable en los libros filosóficos indios, los cuales, no admitiendo por lo general una creación sacada de la nada, ora aseguran que el fuego es la materia original, ora que lo es el agua, el aire o el éter, ora el solo pensamiento de Brahma que, en virtud de su poder, le bastaba querer para que el mundo existiera. Según los Vedas, la Maya o imaginación formada fue el elemento que necesitó Brahma para la creación; con ella y su voluntad todo lo ha producido, y él ocupa en el Universo, según una extraña comparación de un escritor distinguido, igual plaza que la araña en medio de la tela. Antes de que crease el mundo no había nada, ni visible, ni invisible, región superior, ni aire, ni cielo. No existía la muerte ni la inmortalidad. Nada distinguía al día de la noche. Él sólo respiraba sin tener aliento, encerrado en sí mismo. No existía nada más que él. Las tinieblas estaban cubiertas por las tinieblas; todo era confuso, y el ser vivía en el seno del caos. Después, y he aquí otro punto confuso, fue cuando Brahma creó aquella pléyade de prototipos espirituales de toda vida, que vivían en el éter puros e inmortales, como los ángeles de nuestra religión, hasta que uno de ellos por envidia y soberbia, levantándose contra su creador, fue la causa de la ruina de todos. Entonces fue cuando el Ser supremo debió crear el mundo, al cual envió espíritus rebeldes para someterlos a un estado de prueba o purificación (la transmigración de las almas en cuerpos hasta de insectos y planta, según la mayor o menor bondad de sus acciones en una vida anterior), y ésta es la causa de que nuestra existencia en el mundo, como castigo que es, sea una existencia sin reposo ni estabilidad, y de continuo combate contra el mal que por todos lados nos rodea. Sin embargo Brahma, bondadoso como manantial que es de toda bondad, ha descendido varias veces a la tierra para dar al hombre leyes por las cuales debía regirse, para hacer su tránsito por el mundo menos penoso, y ha fijado la duración de éste en 432.000 años, al cabo de los cuales, descendiendo de nuevo, abrogará los dioses subalternos, destruirá el mundo material, y fundará uno nuevo divino o espiritual.
La religión y la filosofía indias, explicando de esta manera las causas de la existencia del hombre y del Universo, ha producido dos efectos lamentables. Es el uno el aniquilamiento del yo, el estado de postración y de indolencia en que el indio espera que pase la edad desdichada del mundo, y que le impulsa muchas veces al suicidio; el otro el respeto supersticioso que les inspiran todos los seres, hasta los más miserables, en la creencia que están de que ellos mismos (es decir, su alma) pueden tomar alguna vez igual envoltura terrenal. Como se ve, el punto más transcendental de esta doctrina es la transmigración, según la cual todo acto, palabra y aun pensamiento produce un fruto que, bueno o malo, no se manifiesta sino en la siguiente existencia. Así, de los males que aquejan al hombre sólo debe él culparse a sí mismo, pues en el brahmanismo no existe ni destino, ni fatalidad, ni dios que castigue, premie o perdone, como en el refrán «cada uno es hijo de sus obras, y nada más que de sus obras.»
Massudi en sus Praderas de oro menciona un Brahma, rey primero de la India, a quien llama el grande, y en cuyo tiempo dice que la sabiduría floreció, aprendiéndose a extraer el hierro de la mina, a forjar las armas, a levantar monumentos como hasta entonces no habían existido, y a reproducir los objetos por medio de la pintura. Brahma, elegido por su saber, explica «la naturaleza del motor supremo, es decir, del sol; reúne todas las pruebas de este sistema en un libro, y revela verdades de un orden más elevado, mostrando una causa primordial que da a todo la existencia y todo lo penetra con su bondad.» Brahma, supone el mismo autor árabe, murió después de haber reinado no menos de 366 años, dejando por sucesor a su hijo Bahbud o al-Bahbud, y sus descendientes, añade, han conservado hasta nuestros días (es decir, hasta el siglo IV de la Hégira, época en que escribe) el nombre de brahminas. La noticia que da a continuación de que les está prohibido comer carne y de que forman la primera de las castas de los indios hace creer que el tal Brahma no es otro que el dios, y aun Massudi mismo en otro lugar señala que hay una versión entre los indios respecto a este rey que le supone un profeta de Dios.

Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano (vol. 3, pág. 872-873)                                                  BRAHMANISMO, BRAHMA (religión india)