La «diferencia apenas perceptible» o «diferencia justamente perceptible» (d.j.p.) se refiere al incremento mínimo que debe sufrir un estímulo para que notemos un incremento en la sensación. Se conoce también como «umbral diferencial«. La diferencia justamente perceptible fue estudiada por la psicofísica ya en sus comienzos (siglo XIX) destacando a este respecto las aportaciones de Weber y de Fechner.
Weber (1795-1878) señaló que la d.j.p. no es una magnitud constante en términos absolutos sino que depende de la intensidad del estímulo que le afecta a un sujeto (es decir, que si el estímulo es por ejemplo de 10 gramos, el incremento que debe sufrir para que notemos una d.j.p. será inferior al que necesitaríamos para tener una d.j.p. ante un estímulo de 100 gramos). Por su parte, Fechner (1801-1887) también le dio importancia a este concepto, hasta el punto de que llegó a considerar, en su afán por cuantificar la sensación, que la diferencia justamente perceptible se podía utilizar como la unidad de medida de la intensidad de las sensaciones, al afirmar que, en todos los casos de d.j.p., el incremento en la sensación era el mismo.
Ver «ley de Weber» y «ley de Fechner«. |