Gastos públicosConsisten en la aplicación de la riqueza a los fines del Estado. La importancia del consumo público depende ante todo del número y la extensión de las atribuciones que se confieren a los Gobiernos. Cuando el Estado, obedeciendo a los principios de la escuela individualista, se limite a la administración de la justicia en el más estricto sentido, entonces su organización será relativamente sencilla, escasos los servidores y elementos que necesite y muy poco costoso mantenerle; pero allí donde se extiendan mucho los fines del Estado y se le impongan grandes deberes, su mecanismo será muy complicado, exigirá gran número de funcionarios y de recursos materiales y elevará considerablemente la suma de los gastos públicos. Influyen también en ellos el progreso general de la cultura y el desarrollo de la riqueza, aquél porque obliga al Estado a mejorar sus servicios, y ésta porque le ofrece los medios de conseguirlo.
La discusión, frecuente en los economistas, acerca de la productividad o improductividad de los gastos públicos, sólo puede sostenerse sobre un falso concepto del Estado y del consumo. Los Gobiernos no deben ejercer la industria y sus consumos han de ser necesariamente improductivos. La riqueza que, por medio del Estado, se consagra al cumplimiento del fin jurídico, no está directamente destinada a la reproducción, no da lugar, por tanto, a un consumo industrial, y solo produce la satisfacción de una necesidad tan atendible como cualquiera otra de las que siente nuestra naturaleza. (V. Estado). |
Vocabulario de la Economía – Nomenclatura y principales conceptos de economía (editado: 5-11-2007) GASTOS PÚBLICOS |